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Las exportaciones de China se contrajeron en marzo después de crecer en los dos primeros meses del año, lo que subraya la naturaleza desigual de la recuperación del país de la pandemia.
Los datos de aduanas publicados el viernes muestran que las exportaciones disminuyeron un 7,5% en marzo respecto al año anterior, mientras que las importaciones cayeron un 1,9%. Ambas cifras no alcanzaron las estimaciones.
En el período enero-febrero, las exportaciones aumentaron un 7,1% interanual mientras que las importaciones aumentaron un 3,5%.
China, la segunda economía más grande del mundo, registró un superávit comercial de 58.550 millones de dólares en marzo. El superávit en los dos primeros meses del año fue de 125 mil millones de dólares.
La caída de las exportaciones reflejó en parte una base de comparación más alta con respecto a marzo de 2023, cuando las exportaciones aumentaron un 14,8% cuando la economía se reabrió después de languidecer bajo estrictos controles de COVID-19.
La economía se ha desacelerado en el mediano plazo en parte debido a una crisis en la industria inmobiliaria provocada por una ofensiva contra el endeudamiento excesivo. La debilidad de las exportaciones sería un lastre adicional para el crecimiento.
“Creemos que los volúmenes de exportación aumentarán más lentamente este año, dado que el gasto de los consumidores en las economías avanzadas se está enfriando y el viento de cola de la fuerte caída de los precios de exportación del año pasado se está desvaneciendo”, dijo en una nota Zichun Huang, economista chino de Capital Economics. .
Pero dijo que las importaciones probablemente ganarían impulso a medida que un mayor gasto gubernamental impulse la demanda.
Una encuesta oficial realizada entre gerentes de compras de fábricas en marzo mostró que la actividad manufacturera se expandió por primera vez en seis meses. La encuesta mostró una expansión de los nuevos pedidos de exportación por primera vez en casi un año.
China ha fijado un objetivo de alrededor del 5% de crecimiento económico este año, una ambición que requerirá más apoyo político, dicen los economistas.
Los últimos datos desmienten las preocupaciones de que China pueda aumentar sus exportaciones para ayudar a cumplir su objetivo de crecimiento, lo que aumentaría el exceso de capacidad en muchas industrias. Los crecientes envíos de vehículos eléctricos a Europa han generado alarma sobre si los vehículos eléctricos fabricados en China podrían desplazar a los fabricados por fabricantes locales.
La Secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, hizo de la cuestión del exceso de capacidad un tema principal de su reciente visita a Beijing, donde se reunió con el Primer Ministro Li Qiang y otros altos líderes.
Los exportadores han estado recortando los precios para aumentar sus ventas en el extranjero, pero con las crecientes pérdidas, la capacidad de los fabricantes para reducir los precios se está reduciendo, dijo Huang.
A principios de esta semana, el gobierno informó que los precios al consumidor crecieron sólo un 0,1% en marzo, mientras que los precios al productor disminuyeron un 2,8%, lo que sugiere una debilidad de la demanda en relación con la oferta.
Wang Lingjun, de la Administración General de Aduanas, dijo a los periodistas en Beijing que los débiles precios al productor no indican necesariamente un exceso de capacidad.
“La caída de los precios a menudo está relacionada con diversos factores, como las fluctuaciones en los precios de las materias primas, las actualizaciones y ajustes tecnológicos y los esfuerzos de los fabricantes por mejorar sus ganancias”, dijo Wang.
Los consumidores de todo el mundo prefieren productos chinos como maquinaria de construcción confiable y duradera y cerámica, que son una “tarjeta de presentación de la civilización china”, dijo Wang.
“Los productos chinos son ampliamente bienvenidos en la comunidad global, basándose en la innovación y la calidad”, dijo Wang.
