Santo Domingo, RD.- En 2023, la deuda mundial alcanzó US$313 billones, sumando US$15 billones con respecto al año 2022 según datos del Instituto de Finanzas Internacionales. Este incremento fue impulsado en su mayoría por los mercados desarrollados, liderados por Estados Unidos, Francia y Alemania, que contribuyeron con el 55% del total. En los mercados emergentes, China, India y Brasil destacaron como los principales acumuladores de deuda.
Por sectores, los gobiernos experimentaron los mayores aumentos en la deuda, seguidos por las empresas no financieras. La deuda fuera del sector financiero alcanzó los US$244 billones, cifra que ahora supera en más de US$45 billones los niveles previos a la pandemia.
La relación deuda-PIB mundial experimentó una disminución de alrededor de 2 puntos porcentuales a casi el 330% en 2023. Esto marcó la tercera caída anual consecutiva. Sin embargo, el ritmo de moderación el año pasado fue significativamente más lento que en 2021-22, en un contexto de crecimiento económico más lento y caída de la inflación. Esta relación se mantiene por encima de los niveles del 2019. Este aumento de la deuda en términos absolutos, pero su disminución en relación con el PIB, se explica por el efecto inflacionario que muestra un PIB más alto.
Los déficits presupuestarios, que conducen a mayores niveles de deuda, siguen siendo significativamente más altos que antes de la pandemia. La respuesta habitual de los gobiernos ante la incertidumbre generada por conflictos geopolíticos es aumentar el gasto, lo que resulta en continuos déficits fiscales y, por lo tanto, en mayores niveles de deuda.
La sostenibilidad de la deuda se cuestiona cuando observamos que no se puede pagar con aumentos en los impuestos, como se suele proponer. Por lo tanto, la mirada debería enfocarse hacia el gasto.
Aunque bancos centrales de algunos países han anunciado que podrían reducir sus tasas de interés, la Reserva Federal de Estados Unidos ha señalado que aún no es el momento debido a las preocupaciones por la inflación. Esto, junto con la incertidumbre derivada de los factores mencionados anteriormente, podría hacer que el endeudamiento resulte más costoso.