MacDowell, uno de los principales programas de residencias artísticas del país, ha concedido el premio a toda una vida a Yoko Ono.
La innovadora artista, cineasta y música es la galardonada este año con la Medalla Edward MacDowell, un honor que ya recibieron Stephen Sondheim y Toni Morrison, entre otros.
“Nunca ha habido nadie como ella; nunca ha habido una obra como la suya”, declaró el domingo Nell Painter, presidenta de la junta directiva de MacDowell. “A lo largo de unas siete décadas, ha recompensado miradas, provocado reflexiones, inspirado a feministas y defendido a emigrantes a través de obras de una amplia imaginación. Duradera, fresca y pertinente, su obra, de una fuerza única, habla a nuestros tiempos, tan necesitados de su leitmotiv: la paz”.
El hijo de Ono, Sean Ono Lennon, dijo en un comunicado que la medalla era “un honor increíble”. “La historia y la lista de anteriores galardonados es realmente notable. Me enorgullece ver que su arte es apreciado y celebrado de esta manera”, afirmó.
Ono, de 91 años, ha hecho pocas apariciones públicas en los últimos años, y no se espera que asista a la ceremonia de entrega de premios de julio, en el campus MacDowell de Peterborough, New Hampshire. El representante musical de Ono, David Newgarden, recogerá el premio en su nombre.
Ono se dio a conocer en el movimiento vanguardista Fluxus de la década de 1960 y alcanzó fama internacional tras conocer a John Lennon, con quien estuvo casada desde 1969 hasta su muerte, en 1980. Sus numerosas colaboraciones incluyeron las canciones “Give Peace a Chance”, “Imagine”, y “Happy Xmas (War Is Over)”, base de War Is Over! Inspired by the Music of John & Yoko”, ganador del Oscar al mejor cortometraje de animación este año.
En los últimos 40 años, Ono ha desarrollado una intensa carrera como artista visual y discográfica, con álbumes como Season of Glass, Starpeace y Take Me to the Land of Hell. Recientemente ha sido objeto de una retrospectiva en la Tate Modern de Londres.