Santo Domingo,RD.-Se cumple este miércoles el 59 aniversario del estallido de la revolución de Abril de 1965, cuando un grupo de militares de altos rango se sublevó en los campamentos militares 16 de agosto y 27 febrero, y dio un golpe de Estado al Gobierno del triunvirato que presidía Donald Reid Cabral, y pedía la vuelta a la constitución de 1963 y el retorno al poder sin elecciones del derrocado presidente, profesor Juan Bosch.
El levantamiento fue respaldado por el Partido Revolucionario Dominicano(PRD), una serie de organizaciones de izquierda y el pueblo en sentido general, que pedían el retorno del profesor Juan Bosch y la constitución del 1963.
Los militares constitucionalistas obligaron al presidente del triunvirato a renunciar, y ante la ausencia de Bosch del país, juramentaron al doctor Rafael Molina Ureña como presidente provisional de la republica, Inmediatamente se anuncio el retorno de la constitución del 1963 y el posible retorno del profesor Juan Bosch al poder.
La juramentación del Molina Ureña se hizo acorde con la constitución del 1963, que establecía que a falta del presidente, del vicepresidente y el presidente del Senado, le correspondía al presidente de la cámara de diputado ocupar la presidencia de la República.
El General Elías Wessin y Wessin, que era comandante del Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas(CEFA), con asiento en San Isidro, se opuso inmediatamente al nuevo Gobierno, e instruyo a sus tropas del comando aéreo que bombardeasen el Palacio Nacional y que le ametrallasen a los llamados "Constitucionalistas"
Esto hizo que las Fuerzas Armadas se dividiera en dos bandos, los que lidereaba Wessin que se oponían a la vuelta de Bosch al poder, y los constitucionalistas que pedían la vuelta a la constirtucionalidad de 1963.
El lunes 26 la Marina de Guerra entra a la guerra uniéndose al General Elías Wessin y las tropas de San Isidro, aunque un grupo de oficiales disidentes se unió a los constitucionalista, encabezados por coronel Ramón Montes Arache, bombardeando por aire y agua la zona donde estaban atrincherados las tropas rebeldes.
Altos oficiales del grupo constitucionalistas y el presidente provisional Molina Ureña acudieron a la embajada de los Estados Unidos en busca de una mediación con las tropas de San Isidro que eran liderada por Wessin. El embajador del momento, Tapley Bennett les dijo de forma tajante: "no es un momento para hacer negociaciones sino mas bien es el momento para rendirse"
Pero no hubo decisión de rendición, el presidente Molina Ureña renuncio a su cargo y se exilio en la embajada de Colombia, pero un militar que hasta entonces no jugaba un papel de principalía, con rango de coronel, llamado Francisco Alberto Caamaño Deñó, tomó el mando y con voz firme arengó: "continuaremos luchando pase lo que pase".
El movimiento de Militares partidarios de la vuelta de Bosch al poder sin elecciones fue organizado de forma discreta por el coronel Rafel Fernández Domínguez, pero al momento del estallido de la revolución esta fuera del país, debido a que el triunvirato se había dado cuenta se sus actividades conspirativas, y lo había mandado al exilio con la condición honrosa de agregado militar en la embajada dominicana en España, este dejó al mando del plan de al coronel Hernando Ramírez.
Los constitucionalitas luego de salir de la embajada se fueron al puente Duarte, y desde la emisora oficial La Voz Dominicana, el doctor José Francisco Peña Gómez llamó al pueblo a acudir al Puente Duarte "con palo, piedra, armas, con la mano y con lo que tengan", a esperar las tropas del general Wessin que avanzaban desde San Isidro con la intención de tomar el Palacio Nacional.
El profesor Juan Bosch al estar imposibilitado deentrar al país delego sus derechos constitucionales e instruyó al coronel Francisco Alberto Caamaño Deño para que asumiera de manera provisional la presidencia de la República, y como tal fue juramentado.
Pero, la embajada norteamericana financio un consejo militar en la base aérea de San Isidro, la cual fue presidida por el coronel Pedro Bartolomé Benoit, quien hasta el momento había sido un oficial de bajo perfil.
Derrotadas por los constitucionalistas al mando del coronel Caamaño las tropas de lidereadas por Wessin en el puente Duarte, y bajo la excusa de que el movimiento armado estaba en manos de los comunistas, la oficialidad del CEFA decide pedir a los Estados Unidos una intervención armada, y para tales fines, el coronel Pedro Bartolomé Banoit escribió una carta y la hizo llegar a través de la embajada estadounidense. El 28 de abril de 1965, desembarcaron las primeras tropas de Norteamérica.
