SANTO DOMNGO, RD.- Los nueve miembros del Consejo Presidencial de Transición de Haití, encargados de restaurar el orden en un país sacudido por la violencia pandillera, asumieron ya la jefatura del Estado y las obligadas es si lograra pacificar el convulsionado país para ponerlo en condiciones de celebrar elecciones.
Por igual la suerte de la fuerza de paz aprobada por las Naciones Unidas para detener la ola de crímenes, saqueos y otros hechos por pate de las pandillas que dominan gran parte del territorio haitiano.
Pero también y no menos importante propiciara ese consejo alguno iniciativa de acercamiento con Republica Dominicana para armonizar las deterioradas relaciones entre dos naciones que comparten una isla.
El nombramiento de otro primer ministro será precisamente una de las primeras tareas del Consejo, compuesto por ocho hombres y una mujer que representan a los principales partidos políticos, a la sociedad civil y al sector privado.
Los nueve miembros juraron sus cargos en el Palacio Nacional haitiano y fueron investidos a continuación en la oficina del primer ministro, conocida como Villa d’Accueil, en Puerto Príncipe.
El país caribeño ha sufrido una explosión de violencia desde finales de febrero, cuando poderosas pandillas lanzaron ataques contra comisarías, prisiones, sedes oficiales y el aeropuerto de Puerto Príncipe, en un pulso contra el controvertido Henry.
Según la ONU las bandas, que controlan más del 80% de la capital, cometen numerosos abusos como asesinatos, violaciones, saqueos y secuestros.
“Esta es la tarea a la que están llamados, señoras y señores, miembros del Consejo Presidencial: conducir al país a la paz, a la recuperación económica y social, a la unidad sagrada, a la participación de todos, para afrontar el reto del desarrollo y el bienestar del país”, dijo Boisvert durante la ceremonia.
Estados Unidos celebró la investidura del Consejo, una etapa muy esperada por la comunidad internacional.
Es “un paso crucial hacia unas elecciones libres y justas”, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, quien precisó que su país había entregado un primer envío de equipamiento no letal a la policía haitiana.
Henry, líder no electo del país desde el asesinato en 2021 del presidente Jovenel Moise, aceptó renunciar a mediados de marzo y ser sustituido por el Consejo, que está formado por siete miembros con derecho a voto y dos observadores sin voto.
Durante la investidura, Régine Abraham, observadora en el Consejo, tomó la palabra en nombre de las nuevas autoridades para alertar sobre la situación en Puerto Príncipe donde, según ella, la población “está literalmente secuestrada”.
Según Naciones Unidas, unos 360.000 haitianos son desplazados internos en un país de unos 11,6 millones de habitantes.
La violencia de las bandas ha forzado a 95.000 personas a huir de la capital y ha sumido a cinco millones en una “hambruna aguda”, de acuerdo con expertos de la ONU.