Santo Domingo, RD.- La ex vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño, consideró que el mundo, en el que se incluye a República Dominicana, se ha llenado de capítulos funestos en los que se utilizan los medios y la justicia para moldear los acontecimientos políticos y frenar la oposición, a la vez que desacreditan la actividad política.
Su opinión aparece en el artículo “El riesgo del lawfare”, publicado en los periódicos Listín Diario y Vanguardia del Pueblo en el que afirma que la judicialización de la política se ha convertido en un caballo de Troya para nuestras democracias.
“Aboguemos y luchemos por un sistema de justicia fuerte, veraz y capaz; comprometido con la justicia, la transparencia y la verdad como únicos peldaños para escalar”, afirma Cedeño en su crítica a que la justicia sea utilizada como instrumento político.
Explica en su reflexión que cada vez más se ven los propósitos malsanos de estas acciones, cuyos resultados en el mediano o largo plazo resultan ser dañinos para la democracia, para la confianza de los ciudadanos y para la salud mental colectiva, porque quedan reducidas a un mero espectáculo populista.
“El guión para estos procesos parece calcado en todos los casos. Primero, tomar medios de comunicación que lancen un ataque con medias verdades, normalmente alimentados por grupos del extremo ideológico. Si alguna noticia genera interés, se traduce en manifestaciones de indignación por parte de grupos en las redes sociales, casi siempre sin mostrar su cara”, apunta al delatar el mecanismo utilizado para descalificar al adversario en política.
Considera que el uso de herramientas jurídicas para la persecución política y la aplicación de la ley como arma para destruir al adversario está polarizando las sociedades y llevando a los gobiernos a convertirse en inoperantes e incapaces de avanzar la agenda de desarrollo económico y social que requieren los países.
La ex vicemandataria cierra su reflexión sobre la judicialización de la política con un llamado a los partidos a actuar para enfrentar esa situación y “recuperar la legitimidad ante la ciudadanía como forma de detener el auge del populismo y que se sigan abriendo las puertas a los gobiernos autocráticos en la región, que son la antesala de dictaduras, aún tengan respaldo popular”.