Washington. -El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha afirmado este miércoles por primera vez que dejará de enviar armamento a Israel en caso de que inicie una incursión a gran escala en Rafá, en el sur de la Franja de Gaza, donde se refugian más de 1,4 millones de palestinos desplazados, al considerar que podría utilizarse para matar a civiles.
No obstante, el mandatario ha asegurado que, mientras que algunos envíos se interrumpirán en caso de que comience la invasión en esta zona del enclave palestino y ante la falta de un plan para los civiles, continuará proporcionando armas defensivas a Israel, incluido el sistema de defensa antiaérea.
"Continuaremos asegurándonos de que Israel esté seguro en términos de la Cúpula de Hierro — denominación de su sistema antiaéreo– y su capacidad para responder a los ataques que surgieron recientemente en Oriente Próximo. (…) No vamos a desentendernos de la seguridad de Israel, nos estamos distanciando de la capacidad de Israel para librar la guerra en esas zonas", ha aclarado.
En los últimos días, la Administración Biden ha confirmado que había paralizado el envío de un paquete de municiones a Israel debido a la toma del lado palestino del cruce fronterizo de Rafá, si bien había subrayado que seguirán "haciendo lo necesario para garantizar que Israel tenga los medios para defenderse".
Estos posibles cambios en la política estadounidense llegan en el marco de la campaña por la carrera a la Casa Blanca –las elecciones se celebran en noviembre– y en un momento en el que el conflicto en Oriente Próximo ha consumido el apoyo de la población durante su mandato, con manifestaciones propalestinas en los campus universitarios y con la etiqueta de 'Genocide Joe' (Joe, genocida).
El Ejército de Israel lanzó una ofensiva sobre la Franja de Gaza como respuesta a los ataques ejecutados el 7 de octubre por Hamás, que dejaron 1.200 muertos y 240 rehenes.