La Asociación Dominicana de Avicultura no reveló el nombre de las empresas o si ya existen acuerdos para la venta de estos productos.
Tras el cierre de la frontera con Haití, varias empresas dominicanas empezaron a exportar sus productos a otros mercados
LA HABANA, CUBA.- Tres empresas avícolas de República Dominicana fueron autorizadas por el Gobierno cubano para exportar pollo, huevos y otros productos derivados a la Isla.
La información fue confirmada por la Asociación Dominicana de Avicultura (ADA), pero revela cuáles son las empresas que podrán comerciar con Cuba o si ya existen acuerdos específicos en términos de cantidad y precios.
No obstante, menciona que el “acercamiento” ocurrió cuando una empresa dominicana comenzó a exportar huevos fuera del país como una alternativa al cierre de la frontera con Haití, en 2023.
“Estamos en capacidad de sumar todos los segmentos de exportación a la avicultura dominicana para alcanzar un potencial creciente. Muestra de esto es que ya nos colocamos como el noveno país de mayor producción de genética y productos terminados, como huevos y pollos, a nivel de Centroamérica y el Caribe, así como que Cuba acaba de certificar a tres plantas de procesos y alimentos balanceados para adquirir sus productos”, explicó Miguel Lajara, miembro de la ADA.
Lajara también aseguró que República Dominicana lleva tiempo exportando productos avícolas a países de la región
Lajara también aseguró que República Dominicana lleva tiempo exportando productos avícolas a países de la región como Barbados, la propia Cuba y las Antillas Menores.
Además, consideró que el sector avícola tiene la capacidad para expandirse a otros mercados internacionales sin mermar la demanda interna de huevos y pollo que es de 48,21 kilogramos per cápita anuales.
No obstante, esta no es la primera vez que La Habana negocia la compraventa de productos avícolas dominicanos. En 2019, la Asociación de Productores de Pollo anunció que valoraba exportar carne a la Isla. “Si es rentable, en un tiempo prudente es posible que estemos vendiendo carne blanca a los hermanos cubanos”, dijo entonces el presidente de la asociación, aunque se desconoce si se llegó a exportar a Cuba.
Más recientemente, en 2023, Santo Domingo reconoció que ese año se habían abierto al país nuevos mercados de exportación de huevos entre los que se encontraban Cuba, Aruba, Guyana, Martinica y San Martín “al recibir millones de unidades de huevos que antes se vendían a Haití”.
Ese mismo año, República Dominicana tuvo una producción de 432.000 toneladas de pollo y más de 3.000 millones de huevos que aportaron cerca de 17 millones de dólares a la economía local.
Cuba ha debido buscar en mercados cercanos estos alimentos ante la caída desastrosa de la producción avícola nacional
Por su parte, Cuba ha debido buscar en mercados cercanos estos alimentos ante la caída desastrosa de la producción avícola nacional. Parte de ello se demuestra con la cifra de importación de carne de ave desde Estados Unidos, que el pasado enero fue de 30.678 toneladas, casi 3.000 más que el mes anterior (27.072) y el doble que en noviembre de 2023 (16.648). Sin embargo, en febrero las exportaciones cayeron tanto en volumen como en el gasto, y Cuba adquirió solo 16.244 toneladas, un 47,5% menos.
En cuanto al huevo, el pasado diciembre el Gobierno cubano dio luz verde al Instituto Colombiano Agropecuario para el envío de huevos a la Isla. Este marzo, el acuerdo se concretó con la compra de los primeros dos contenedores de 40 pies con 17.280 cajas de 30 unidades –518.400 huevos en total–. A estos le han seguido otros envíos que La Habana debe pagar a Bogotá por adelantado.
Tanto el pollo como el huevo, que se comercializan en la Isla mayormente de manos de los privados, han alcanzado precios muy elevados siendo dos de los alimentos a los que más recurre el cubano. En apenas un año, el precio de un cartón de huevos de 30 unidades pasó de costar 2.000 pesos a adquirirse por más de 3.000 –hasta 3.500 en algunos mercados habaneros–. La inflación en la Isla, y la vertiginosa depreciación del peso frente al dólar estadounidense –moneda con la que las empresas particulares deben adquirirlo– hacen que estos productos se encarezcan cada vez más y pasen, de un día para otro, a costar varios centenares más de pesos