SAN FRANCISCO – Este invierno, los Gigantes fueron uno de los equipos que hicieron ofertas convincentes a Shohei Ohtani. Luego de ofrecerle un contrato parecido al que terminó firmando con los Dodgers, los Gigantes fueron finalistas por los servicios del astro japonés hasta el último momento.
Pero en lugar de firmar al dos veces Jugador Más Valioso de la Liga Americana de forma unánime, ahora los Gigantes tienen que ver a Ohtani uniformarse por los Dodgers al menos 12 veces al año durante la próxima década.
Por primera vez en la larga rivalidad, Ohtani dejó huella en el Oracle Park, guiando a los Dodgers a un triunfo por 10-2 sobre los Gigantes el martes por la noche con tres hits y un largo cuadrangular al jardín derecho.
“La imagen que tengo del estadio es la de un parque muy hermoso, histórico. Me gusta mucho la vista de este estadio”, declaró Ohtani a través de su intérprete, Will Ireton. “He visto a Barry Bonds conectar muchos jonrones, entonces estoy al tanto de la rivalidad Dodgers-Gigantes”.
Luego de tener el día libre el domingo mientras se recuperaba de rigidez en la parte inferior de la espalda, Ohtani regresó a la alineación de Los Ángeles y lunes y de una vez se hizo sentir con un batazo productor dentro del cuadro. Pero el lunes, Ohtani se vio completamente sano y no desaprovechó ningún error.
Con la pizarra empatada a cero después de tres innings, Ohtani puso a los Dodgers en la pizarra con un bambinazo descomunal contra el derecho Keaton Winn. En cuanto Ohtani hizo contacto con la bola, no hubo duda de que el batazo iba a caer en las gradas. La única duda era si caería al agua.
“Son pocos los bateadores que pueden conectar la bola hacia esa parte del estadio y tan lejos”, destacó el timonel de los Dodgers, Dave Roberts. “Afortunadamente, jugué con uno de ellos aquí [Bonds], pero este batazo fue bien impresionante”.
La bola terminó rebotando contra la pasarela peatonal, quedando a unos pies de caer en el McCovey Cove. El bambinazo de Ohtani tuvo una velocidad de salida de 113.4 mph y tuvo una distancia proyectada de 446 pies, según Statcast, el tercer cuadrangular más largo para el bateador designado de los Dodgers esta temporada.
“Pensé que lo había logrado hoy”, exclamó un sonriente Ohtani cuando se le preguntó si pensó que había superado completamente la sección del estadio conocida como Levi’s Landing y mandado la bola hacía la bahía. “Quedé un poco decepcionado por no haberlo logrado”.
Ohtani ahora ha conectado dos hits o más en tres de sus cinco compromisos contra los Gigantes esta temporada, y ha sonado par de vuelacercas. Los Dodgers no demoraron en cosechar los beneficios de Ohtani en su roster – y para que la novena de San Francisco lamentara lo que pudo ser.