ST. PETERSBURG, Florida — Fenway Park. Busch Stadium. Tropicana Field. Para el dominicano Rafael Devers, el lugar no importa estos días. Ponle un bate en la mano y va a conectar un jonrón.
Durante la victoria por 5-0 de los Medias Rojas la noche del lunes en el Tropicana Field, Devers estableció un récord para los Medias Rojas al batear un bambinazo en su sexto juego consecutivo.
Devers es el primer jugador de las Grandes Ligas en batear cuadrangulares en seis juegos seguidos desde que Mike Trout lo hiciera en siete cotejos consecutivos del 4 al 12 de septiembre del 2022. Joey Votto tuvo una racha de siete juegos del 24 al 30 de julio del 2021. Paul Goldschmidt se voló la cerca en seis compromisos al hilo del 22 al 27 de julio de 2019.
“Por supuesto, estoy muy orgulloso de estar en esa conversación con [Trout] y en esa posición”, dijo Devers. “Obviamente, conocemos el tipo de superestrella que es. Es un futuro Salón de la Fama y una superestrella. Estar en el mismo nivel que él es algo que se siente muy bien”.
Si Devers puede batear un jonrón en sus próximos dos juegos, empataría la marca histórica que poseen los siguientes tres jugadores: Ken Griffey Jr. (Marineros de 1993), Don Mattingly (Yankees de 1987) y Dale Long (Piratas de 1956).
“Es una bestia”, dijo el pitcher ganador Tanner Houck sobre Devers. “Quiero decir, ese muchacho puede batear cualquier lanzamiento en cualquier momento y ver lo que ha hecho, es simplemente un jugador increíble”.
El último capítulo en la racha de poder del tercera base llegó en una noche en la que Houck tuvo otra sólida apertura para los Medias Rojas. El derecho permitió dos hits en siete innings sin permitir carreras, concediendo un boleto y ponchando a cinco.
Después de conectar jonrones en los dos últimos juegos de una serie de cuatro desafíos contra los Rays la semana pasada en Fenway y en los tres juegos en el Busch Stadium ante los Cardenales durante el fin de semana, Devers pegó un cuadrangular de dos carreras hacia el jardín izquierdo en la parte alta del cuarto inning contra el lanzador derecho de los Rays, Taj Bradley, para mantener la racha viva.
Su décimo bambinazo de la temporada salió de su bate a una velocidad de salida de 104.5 mph y recorrió una distancia proyectada por Statcast de 382 pies. Hubiera sido un jonrón en 28 de los 30 estadios de las Grandes Ligas, con Truist Park y Camden Yards como las únicas excepciones.
Sólo otros seis jugadores de los Medias Rojas (Jimmie Foxx, Ted Williams, Dick Stuart, George Scott, el cubano José Canseco y Bobby Dalbec) habían conectado jonrones en cinco encuentros en fila antes de que Devers igualara esa hazaña el domingo por la tarde.
Devers remató el batazo tirando el bate y mirando fijamente la pelota mientras volaba. Se golpeó el pecho mientras comenzaba a recorrer las bases. Y sus compañeros de equipo armaron una fiesta cuando regresó al dugout.
“Cuando llegué al dugout y vi a mis compañeros de equipo, fue un momento especial, sin duda”, reconoció Devers.
“Observas dónde está Devers en este momento, probablemente sea el bateador más encendido en el béisbol, y está haciendo muchas cosas especiales en el plato”, dijo el mánager de los Rays, Kevin Cash.
Una de las cosas más impresionantes de esta racha para Devers es que ninguno de los jonrones ha sido un batazo directamente jalado hacia su banda. Tres han sido hacia el centro del terreno, dos han ido hacia la banda contraria y uno entre el central y el derecho.
Devers es tan talentoso que está en esta racha de poder incluso sin estar en su mejor momento como bateador.
“Poco a poco, se está sintiendo cómodo. No creo que esté completamente allí”, mencionó el mánager de los Medias Rojas, el puertorriqueño Alex Cora. “Probablemente, si le preguntas, él mismo dirá que aún no ha llegado ahí. Él sabe que necesita ser más consistente, y eso es lo que estamos tratando de lograr. Puede batear la pelota hacia el aire y conectar jonrones. En este momento, es impresionante. No estoy quitando mérito a lo que está haciendo. Simplemente estamos siendo muy realistas acerca de dónde estamos y dónde está él”.
El hipercompetitivo Devers no estuvo en desacuerdo con su mánager.
“Últimamente solo he estado dando un hit por juego y ese no soy yo”, aseguró Devers. “Me gusta dar más sencillos y siento que he estado fallando muchos de mis lanzamientos. Así que para ser yo mismo, necesito dar más hits cada juego en lugar de solo uno por día. Por supuesto, los [jonrones] son hits muy importantes. Pero al mismo tiempo, todavía no he llegado a dónde quiero estar”.