Mara Wilson saltó a la fama en la década de los 90 con su interpretación en la película “Matilda”, basada en la novela de Roald Dahl y dirigida por Danny DeVito. Desde muy joven, su talento actoral la llevó a trabajar en grandes producciones de Hollywood, junto a estrellas de la talla de Robin Williams en “Papá por siempre”. No obstante, su recorrido en la industria del entretenimiento no fue sencillo y estuvo marcado por desafíos personales y profesionales.
El entorno de Wilson en Burbank, California, estuvo siempre ligado al arte y la actuación. Su madre, una amante del teatro, y su hermano, quien constantemente asistía a audiciones, influyeron en su decisión de adentrarse en el mundo del cine desde muy temprana edad. A los cinco años, firme en su propósito, comenzó a asistir a castings, y logró poco después su primer papel importante.
“Matilda” se convirtió en un hito en la carrera de Wilson y la catapultó a la primera línea de la industria cinematográfica. Sin embargo, detrás de las cámaras, la actriz enfrentaba dificultades personales, entre ellas la enfermedad de su madre, quien falleció poco antes del estreno de la película. Estos acontecimientos dejaron una huella profunda en la joven actriz, que no solo lidiaba con la presión de la fama, sino también con un duelo importante.
Mara Wilson se convirtió en una figura destacada en la industria del cine infantil durante los años 90 gracias a su papel protagónico en “Matilda”. Antes de este gran éxito, Wilson debutó en el cine a los cinco años, trabajando junto a Robin Williams en “Papá por siempre” (Señora Doubtfire). Su vida se transformó radicalmente al ingresar a la esfera pública y enfrentarse a la fama y las presiones de Hollywood a una edad muy temprana.
El recorrido de Wilson en Hollywood no fue sencillo. Pese a sus éxitos en la pantalla, como en “Matilda” y “Milagro en la calle 34″, la actriz tuvo que lidiar con situaciones complejas tanto en su vida personal como profesional. Durante la filmación de “Matilda”, su madre falleció debido a un cáncer, y esto marcó profundamente su trayectoria y su percepción de la fama. A lo largo de su carrera infantil, Mara sufrió ataques de ansiedad y una constante sexualización por parte del público, lo que contribuyó a su eventual retiro de la industria cinematográfica.
El papel de “Matilda” no solo marcó un hito en su carrera, sino también un punto de inflexión en su vida. La película se convirtió en un clásico con el tiempo, a pesar de no haber sido un éxito inmediato de taquilla. La relación cercana de Mara con sus coprotagonistas, especialmente con Danny DeVito y su esposa Rhea Perlman, proporcionó un soporte emocional significativo durante un periodo de gran estrés y pérdida para la joven actriz.
Después del éxito de “Matilda”, Mara Wilson se alejó de los reflectores para buscar un balance en su vida. Decidió enfocar su energía en la escritura y el activismo, encontrando un nuevo propósito lejos de los primeros planos de Hollywood. Esta transición le permitió redefinirse y emprender un camino más alejado de la presión y la exposición mediática.
El ascenso a la fama de Mara Wilson fue tan rápido como impactante. Tras su exitoso papel en la película “Matilda” en 1996, su vida parecía encaminada hacia una carrera prometedora en Hollywood. Sin embargo, detrás de este aparente triunfo, la actriz enfrentaba serios problemas personales y profesionales que la llevaron a reconsiderar su futuro en la industria del entretenimiento.
El fallecimiento de su madre, sumado a la presión constante y la sexualización que sufrió desde muy joven, contribuyó a que Wilson experimentara ataques severos de ansiedad y fuera diagnosticada con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Estos problemas de salud mental hicieron que la actriz se sintiera cada vez más incómoda en un entorno que exigía una imagen perfecta constantemente.
A medida que crecía, las transformaciones naturales de su cuerpo y su apariencia no encajaban con los estrictos estándares de belleza de Hollywood. Esto afectó profundamente su autoestima, llevándola a desarrollar dismorfia corporal y a sentir que su valor estaba atado exclusivamente a su aspecto físico. Estas experiencias negativas, combinadas con la falta de oportunidades laborales adecuadas, la llevaron a decidir que lo mejor era alejarse de los primeros planos.
Con el apoyo de su familia, que alentó su enfoque en los estudios, Mara Wilson comenzó una nueva etapa lejos del espectáculo. Destinó su fortuna a pagar un internado de artes escénicas, donde descubrió su pasión por la escritura. Así, transitó un camino más cercano al teatro y la dramaturgia, ocupándose de proyectos que la mantenían conectada con el arte, pero lejos de la presión de las cámaras. Esta decisión le permitió encontrar un equilibrio y una vida más armoniosa, enfocándose en su bienestar personal.
Ingresó en un internado de artes escénicas y luego estudió dramaturgia en la Universidad de Nueva York. Fue en este entorno académico donde Mara descubrió su pasión por la escritura. Incursionó en la dramaturgia y comenzó a trabajar en proyectos diversos, alejados del cine pero cercanos a su amor por el arte.
También militó en organizaciones LGBT y buscó distintas formas de sostenerse económicamente, incluyendo trabajos como barista y niñera.
En la actualidad, Mara Wilson ha consolidado su carrera lejos de los reflectores de Hollywood y se ha dedicado principalmente a la escritura y la narración de audiolibros.
Tras alejarse de la actuación cinematográfica, se enfocó en sus estudios y se graduó en dramaturgia en la Universidad de Nueva York. Publicó un libro de memorias titulado “¿Dónde estoy ahora?: Historias verdaderas de la fama accidental en la infancia”, donde relata sus experiencias y desafíos durante su época como estrella infantil y su posterior vida adulta.
Además de su trabajo como escritora, Mara también presta su voz a diversos proyectos. Participa regularmente en la narración de audiolibros y en la conducción de podcasts. Su voz ha sido reconocida en varias producciones de ficción animada, incluyendo series como “BoJack Horseman” y “Big Hero 6: La serie”.
Mara Wilson sigue vinculada al arte y a causas sociales relevantes. Milita en organizaciones LGBT desde que anunció que es bisexual y se mantiene activa en eventos y festivales donde comparte su experiencia y perspectiva sobre la fama y la industria del entretenimiento.