Santo Domingo RD–El progresivo deterioro del puente Juan Pablo Duarte tiene preocupados a varios ingenieros, quienes advierten a las autoridades del Ministerio de Obras Publicas que, si no se interviene de inmediato esta estructura de más de 70 años de construcción, temen que pueda pasar lo peor.
La denuncia fue revelada en el Programa Toda La Verdad que conduce la periodista Odalis Castillo y que se transmite todos los domingos a las 8 de la noche por VTV, Canal 32.
Frinette Muñoz, especialista en ciencias estructurales sismorresistentes, compara la situación con un paciente mostrando síntomas alarmantes. "Las grietas y el desgaste visible en las juntas son señales de que la estructura no está funcionando bien", asegura Muñoz. Tras varias reparaciones fallidas, se sospecha de materiales inadecuados y mala instalación.
De su parte, el ingeniero Joel Gneco Gross destaca problemas aún más graves bajo la superficie: vigas corroídas y hormigón dañado por infiltraciones de agua. "Estas fallas, no previstas en el diseño original, podrían desencadenar un colapso inminente", advierte Gneco Gross, subrayando la urgencia de una intervención integral para evitar una tragedia.
Alexander Holsteinson, ingeniero civil, señala que el puente, con más de 70 años de uso, soporta actualmente una carga de vehículos ocho a nueve veces mayor que la diseñada originalmente. "Si en los años 50 había mil vehículos por hora, ahora hablamos de 8,000 a 9,000 dependiendo del tráfico. Este aumento drástico, junto con el tránsito parado durante horas sobre el puente, está desgastando la estructura a un ritmo alarmante", comenta Holsteinson.
La empresa encargada de las reparaciones, Proyectos Industriales S.A. (PINSA), ha realizado múltiples intervenciones, incluso una de ellas costó al Estado más de 60 millones de pesos. Sin embargo, las reiteradas fallas han llevado al Ministerio de Obras Públicas a exigir que la compañía asuma los costos de las nuevas reparaciones. Ramón Gómez, representante de PINSA, atribuyó inicialmente los problemas a las constantes lluvias, pero la magnitud y frecuencia de las reparaciones han levantado sospechas sobre la calidad del trabajo realizado.
El ingeniero Joel Gneco Gross destaca que los problemas no se limitan a la superficie. "Las vigas longitudinales, cruciales para la estructura, muestran signos de corrosión y roturas. Además, la infiltración de agua debido a las juntas defectuosas está deteriorando el hormigón", advierte Gneco Gross. Estas condiciones no previstas en el diseño original podrían llevar a un colapso si no se toman medidas urgentes.
Además del deterioro estructural, Holsteinson alerta sobre el abandono y la falta de mantenimiento de las áreas circundantes del puente. "La acumulación de basura, hierbas y la falta de iluminación no solo afectan la estructura, sino que representan un peligro para el tráfico diario", señala. La seguridad también ha sido comprometida por actos de vandalismo, como el corte de cables esenciales para la estabilidad del puente.
El puente Juan Pablo Duarte, más allá de ser un símbolo de la infraestructura dominicana, se encuentra en un estado crítico que demanda atención inmediata. Los expertos coinciden en que es necesario un plan integral de rehabilitación que incluya no solo la reparación de las juntas, sino una evaluación y refuerzo de toda la estructura para garantizar la seguridad y la fluidez del tránsito en Santo Domingo.
Esta estructura necesita una intervención urgente para evitar un colapso que podría paralizar la ciudad y poner en riesgo innumerables vidas.
