Santo Domingo, RD.- El Pacto Eléctrico firmado el 25 de febrero de 2021 ha resultado ser un fracaso, ya que el objetivo principal de este acuerdo, que es mejorar la eficiencia técnica y administrativa del subsector, no se ha logrado, y por el contrario, ha empeorado en estos 3 años y 3 meses de haber sido firmado.
En esto más de 3 años de que el Gobierno y sectores productivos y sociales del país firmaran el Pacto Eléctrico, no ha bajado la tarifa eléctrica, no compensado a la población por los apagones, no se han reducido las pérdidas en el suministro eléctrico, ni se han sustituido los combustibles fósiles importados por fuentes renovables para generar electricidad, como se establece en este acuerdo.
El Pacto Eléctrico establece que al 2022 las Empresas Distribuidoras de Electricidad(EDES) tenían que bajar sus gastos operativos a un 10 por ciento de los ingresos, contrario a eso, han ido subiendo sostenidamente, en el 2023 estos fueron superiores en 10 millones de dólares y fueron equivalentes al 20 por ciento de lo recaudado.
El reporte financiero de las EDES indica en su resumen ejecutivo que los gastos operativos de estas empresas en el periodo enero-noviembre 2023 fueron de US$371.3 millones de dólares, que representó un incremento en US$10.1 millones respecto a enero-noviembre del 2022, mientras que facturaron US$$1,976.9 millones, pero solo cobraron US$$1,860.7 millones, lo que representa un déficit por USD$836.1 millones, que a su vez representa un 42.3% de pérdidas para el periodo.
Los gastos operativos en 2023 fueron mayores en comparación con el periodo pre-COVID, y la tasa de cobranza fue del 94%, inferior al 95% conseguido en 2021 y al 96.5% del 2019. Las pérdidas de energía también aumentaron con relación al año anterior. Se destaca que la tarifa promedio apenas cubre el costo de compra de energía, lo que implica que el Gobierno debe cubrir todos los otros gastos de las EDES.
También el Pacto Eléctrico establece que a 2022 las pérdidas de las EDES debía ser no mayor al 10 por ciento, pero a mayo de 2024 prácticamente triplica ese porcentaje, lo que desvela el desastre que existe en el subsector eléctrico.
Lograr mejora en la eficiencia técnica y administrativa en las EDES no ha sido posible porque, entre otras razones, estas empresas han sido repartidas como botín político, por ejemplo EDEsur se puso en las manos del presidente de un partido, donde ha nombrado una gran parte de su militancia, aumentando la nómina en más de 40 por ciento.
En el año 2019 el subsidio eléctrico totalizó unos 20 mil millones de pesos, pero desde la asunción del presidente Luis Abinader al poder fue subiendo de forma sostenida llegando a los 86 mil millones , para un aumento de 430 por ciento, y se estima que podría cerrar en diciembre de 2024 en 112 mil millones.
Una mejor eficiencia técnica implica reducción en las perdidas debido a fallas en las líneas de transmisión y distribución, corrección de desperfecto en los equipos, mantenimiento efectivo en las centrales de generación y subestaciones y cambio en la matriz, entre otras
Mientras que la mejoría en la eficiencia administrativa conlleva optimización de los recursos, reducción de los gastos operativos, aumentar el número de clientes, mejorar la facturación y el índice de cobranza, entre otros.
Aunque el Gobierno ha hecho muchos anuncios en esto 4 años de administración, la realidad es que el sistema se mantiene en pie gracias la generación de Punta Catalina que aporta al sistema 700 megas watts(MW), ya que de manera efectiva, solo se han instalado 190 MW de energía solar, distribuido en dos parques de 50 MW cada uno y otro de 90 MW.