John Mayall, considerado como el padre del blues británico y el padrino de Eric Clapton y Mick Fleetwood entre tantos otros, ha muerto a los 90 años en su exilio californiano. El anuncio de su muerte fue hecho público en su propia cuenta de Instagram: "Los problemas de salud forzaron a John a poner fin a su épica carrera de giras musicales. Descansa en paz uno de los mayores guerreros mundiales de las carreteras".
"Nunca tuve un gran éxito, nunca gané un Grammy y la Rolling Stone nunca me dedicó una pieza", era el orgulloso lamento que lanzaba Mayall en la páginas de The Santa Barbara Independent en el 2013, cuando seguía en activo. "Soy todavía un intérprete underground".
Con esa vitola se fue a la tumba, pese a que ahora le llueven los máximos reconocimientos por el papel crucial de su banda, The Bluesbreakers, en el revival del blues a finales de los 60. El propio Mayall definió a The Bluesbreakers como una "comunidad fluida", por la que pasaron no solo Clatpon y Fleetwood, sino también Jack Bruce, John McVie, Peter Green y Mick Taylor, que tocó cinco años con los Rolling Stones.
Nacido en 1933 en Macclesfield, a la sombra de Manchester, John Mayall se jactaba así de sus peculiares orígenes: "La única razón por la que nací allí fue porque mi padre era un gran bebebor y allí estaba su pub favorito". Su padre tocaba también la guitarra y el banjo, y su discografía de boogie-woogie puso la banda sonora a la infancia del chaval rebelde, que aprendió a tocar el piano, la guitarra y la armónica.
Pasó tres años de mili en Corea, del Sur, estudió diseño gráfico y se fue abriendo paso como intérprete con Blues Syndicate. Siguió teniendo una relación conflictiva y creativa con su padre, que le cedió su jardín para que se construyera una casa en un árbol. Allí vivió hasta que se casó a los 30 años.
John Mayall actuando en 1969.CLAUS HAMPELAFP
En 1963 dio el salto a Londres como músico profesional, en pleno boom del rhythm and blues que vio nacer a bandas como los Rolling Stones, los Animals o el Spencer Davis Group. "En Estados Unidos había mucha segregación, pero en Europa el blues derribó las barreras raciales y llegó a una audiencia mucho mayor", dijo John Mayall en una entrevista en The Guardian. "Descubrimos a Elmore James, a Freddie King, a JB Lenoir, y todos ellos hablaban directamente de nuestras vidas y nuestros sentimientos. Nos quedamos enganchados".
En su papel de hombre-orquesta (voz, guitarra y teclados), Mayall vio desfilar por The Bluesbreakers a lo más granado de la escena londinense. En 1964 lanzaron su primer single y salieron de gira con Sonny Boy Williamson y T-Bone Walker predicando el blues con vocación de auténticos evangelistas.
Eric Clapton se refugió en su banda después de dejar a los Yardbirds. Junto lanzaron su primer álbum en 1966, Blue Breakers with Eric Clapton. Peter Green y Mick Fleetwood se dejaron caer por la banda antes del alumbramiento de Fleetwood Mac. Y Mick Taylor hizo sus pinitos a los 17 años antes de reemplazar a Brian Jones en los Rolling Stones.
Tres veces lograron The Bluebrakers llegar al Top 10 en las listas británicas, con el núnero 3 de Bare Wires como su máxima conquista comercial. En 1969, Mayall partió hacia California e imprimió un insospechado giro acústico a su música, aunque en 1971 volvería a su esencia con Back to the roots, con Clapton y Taylor como invitados.
De gira permamente por la ancha geografía americana, aquel disco resucitó el espíritu de los Bluesbreakers hasta reunir a sus 20 invitados especiales en Along for the ride (2001). Se reiventó una y otra vez, en solitario o en compañía de John Lee Hooker, Steve Miller, Billy Gibbons o la guitarrista Carolyn Wonderland, con quien tocó asiduamente desde el 2018 hasta su retirada de los escenarios en el 2022 con 88 años.
John Mayall tuvo seis hijos, cuatro de ellos con su primera mujer, Pamela, y dos con Maggie Parker, también intérprete de blues y 20 años más joven que él (junto a quien sobrevivió milagrosamente a un pavoroso incendio en su causa de Laurel Canyon). Antes de su muerte, el alma de The Bluesbreakers pudo celebrar al menos una noticia: este año entrará finalmente en la Rock and Roll Hall of Fame. Descanse en paz