La reina Sofía ha sufrido un duro golpe mientras disfrutaba de sus vacaciones de verano en Mallorca. El príncipe Miguel de Grecia y Dinamarca, primo de Pablo I y, por tanto, tío segundo de la reina emérita, ha fallecido este domingo 28 de julio en un hospital privado de Atenas a los 85 años, según ha confirmado a EFE una portavoz de la familia.
Miguel de Grecia era el último nieto vivo del monarca griego Jorge I y primo del difunto Felipe de Edimburgo, esposo de la también fallecida reina Isabel II. Pese a que no han trascendido detalles sobre las circunstancias de su muerte, la portavoz familiar ha asegurado que llevaba tiempo atravesando problemas en su salud.
El príncipe Miguel fue el único miembro de la realeza griega que permaneció en el país después de que su tío Constantino I, el último rey del país heleno, liderara un contragolpe en 1967 contra los coroneles que habían tomado el poder meses antes.
La reina Sofía, en una imagen de archivo. (Europa Press)
A partir de 1970, Miguel de Grecia publicó docenas de obras combinando su conocimiento histórico con la narrativa. Entre sus novelas históricas más conocidas destacan La noche del Serrallo o El rajá Borbón.
Nacido en 1939 en Roma, tenía un año de edad cuando murió su padre y fue trasladado, junto a su madre, a la ciudad portuaria de Larache, en el noroeste de Marruecos, entonces bajo protectorado español. Posteriormente vivió en Málaga, antes de asentarse en París, donde se graduó en Ciencias Políticas.
Ua vez finalizados sus estudios, sirvió cuatro años en el ejército griego. En 1965 se casó con la pintora y escultora helena Marina Karella, con la que tuvo dos hijas, Alejandra y Olga. En los últimos años, el matrimonio vivió entre Atenas, París y la isla griega de Patmos, donde en muchas ocasiones le ha visitado la reina Sofía.
Nuevo golpe
Esta pérdida golpea la vida de la reina Sofía, que hace apenas unos días iniciaba su estancia de verano en Marivent junto a su hermana Irene, quien atraviesa un delicado estado de salud debido a la enfermedad que sufre.
La muerte de su tío segundo, con quien Sofía mantenía una estrecha relación, se produce poco más de un año y medio después de que la emérita perdiera a su hermano Constantino, quien fallecía en Atenas a los 82 años tras sufrir un derrame cerebral.
Tras este varapalo, Sofía tendrá que volver a Atenas antes de lo previsto y por un motivo mucho menos alegre que el de la visita que hará a la capital griega el próximo mes de septiembre, cuando acudirá a la boda de su sobrina Teodora, hija menor del difunto rey Constantino II.
Con información de EFE