Bebidas adulteradas siguen produciéndose y comercializándose en RD; autoridades hacen poco para enfrentar lucrativo negocio

Santo Domingo.-La fabricación y comercialización bebidas alcohólicas adulteradas continúa produciéndose en la República Dominicana a pesar del compromiso de las autoridades de acabar con ese negocio lucrativo.

En lo que va de año las autoridades han anunciado el desmantelamiento de fábricas artesanales de alcohol adulterado, así como botellas y equipos para su llenado para comercializarlo bajo la marca de whiskies y ron de marcas populares.

Esto ha llevado a los fabricantes e importadores de bebidas a tomar medidas especiales para enfrentar la competencia desleal, que ha llevado a los consumidores a dudar de la autenticidad de ron y whiskies que se comercializan en colmados, colmadones, drinks, licor store y principalmente en discotecas.

Pero nada ha detenido la práctica, aunque no se conoce de personas que hayan muerto en lo que va de año por ingerir alcohol adulterado, como ocurrió en el pasado, específicamente en 2021 y 2022.

La confirmación de ello, es que este domingo, el cuerpo Especializado de Control de Combustibles y Comercio de Mercancías (Ceccom), el Ministerio Público y otras autoridades decomisaron bebidas que se preparaba para comercializarlas en Los Alcarrizos.

El decomiso incluyó, de acuerdo al reporte del Ceccom, más de 140 galones de alcohol en 63 garrafones, 2,000 botellas que estaban vacías y etiquetadas, 5,403 tapas para botella, 4,300 etiquetas de control fiscal y rollos con cintas adhesivas alegóricas a una empresa de producción nacional.

Pero en julio también se reportó el desmantelamiento de un laboratorio clandestino de producción y embotellamiento de bebidas adulteradas que funcionaba en Villa Mella y otro en Navarrete de Santiago.

Pero además se había reportado desmantelamientos en Hato Mayor, La Romana y San Pedro de Macorís.

Las autoridades arreciaron los operativos contra bebidas alcohólicas adulteradas, después que se denunciara que esa mercancía había llegado a los centros turísticos, donde se llegó a reportar intoxicaciones y hasta muerte de turistas, entre ellos el venezolano Armando Medina en 2020.