La CEPAL confirma que la política fiscal fue crucial para reducir el impacto económico de la pandemia por COVID-19

(21 de agosto, 2024) En 2020, las economías de Centroamérica y la República Dominicana estuvieron severamente afectadas por las restricciones impuestas para enfrentar la pandemia por COVID-19.

Los países que más ejercieron gasto público para invertir en salud, infraestructura, apoyar a las familias y las empresas, estableciendo subsidios y transferencias monetarias y en especie directas, entre otras, entre 2020 y 2021 fueron los que se recuperaron más rápido, reveló el estudio “La política fiscal contracíclica en la pandemia y su impacto económico en Centroamérica y la República Dominicana” de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, (CEPAL).

El análisis muestra que, aunque el efecto del gasto público no fue igual en todos los países, el resultado general fue positivo y de larga duración.

Los principales hallazgos del estudio elaborado por Juan Carlos Rivas Valdivia y Jesús Santamaría son que:

La política fiscal contracíclica tuvo un efecto positivo en el Producto Interno Bruto (PIB) de los países.

Al usar métodos avanzados de análisis económicos y estadísticos, se encontró que una política fiscal activa durante la pandemia ayudó a aumentar el PIB en todos los países estudiados, aunque en diferentes niveles.

A mayor gasto público hubo mayor recuperación: Los países que más invirtieron entre 2020 y 2021 fueron los que lograron una recuperación económica más rápida en 2021.

 Esto fue más evidente en las economías en donde el gasto del gobierno tenía mejores encadenamientos con la evolución económica del país.

El impacto se dio en un horizonte temporal amplio, y se realizaron análisis de impacto en el corto, mediano y largo plazo.

 Aunque el efecto del gasto público fue diferente en cada país, en general, estas medidas tuvieron un impacto positivo y persistente, desde el corto al largo plazo. Los beneficios de la política fiscal contracíclica comienzan a disiparse paulatinamente a partir de los 3 años de su implementación.

Algunas rutas de acción para aumentar el potencial de los programas de impulso fiscal para favorecer el crecimiento y el desarrollo económico en el mediano y largo plazo, considerando la posibilidad de la existencia de otros choques externos en el futuro, son las siguientes:

Invertir más en infraestructura sanitaria y otros rubros sociales en el ciclo de auge de las economías de Centroamérica y la República Dominicana para que, en el ciclo económico más bajo o el surgimiento de choques internos o externos, no tengan que enfrentar déficits mayores o incremento de la deuda con costos más altos.

Diseñar reformas fiscales y pactos sociales que den un carácter multianual y contracíclico a los presupuestos públicos para hacer frente a los retos presentes y que permitan diseñar herramientas para ejercer un gasto flexible o ajustable ante las situaciones inesperadas como los desastres climáticos y sanitarios.

De esta forma, la política pública podría ser focalizada y con intervenciones transitorias y no permanentes, para que no ponga en riesgo la sostenibilidad de las finanzas públicas.

Crear fondos presupuestales contracíclicos para amortiguar y reducir los choques externos.

Diseñar y seguir reglas y metas fiscales claras, con la incorporación de cláusulas de escape por desastres de todos los tipos.