El huracán Helene ha causado devastación en el sureste de Estados Unidos, dejando más de 120 muertos y provocando el aislamiento de varias ciudades de Carolina del Norte tras inundaciones catastróficas. La tormenta tocó tierra el pasado jueves por la noche en la región de Big Bend, Florida, como un huracán de categoría 4 con vientos de hasta 225 kilómetros por hora (140 mph).
Millones de personas se hallan sin electricidad, forzando a las autoridades y equipos de emergencia a trabajar incansablemente para restablecer los servicios y brindar ayuda humanitaria a las zonas afectadas. Helene ha dejado al menos 121 muertos en Florida, Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte, Virginia y Tennessee. Los cortes de energía en los estados más afectados se han reducido a menos de 2 millones, reportó Fox Weather.
En Carolina del Norte, decenas de personas han perdido la vida debido a los efectos de la tormenta. Robert Ray, corresponsal meteorológico de Fox Weather, se encuentra en Asheville, una de las áreas más afectadas, donde los residentes esperan desesperadamente recibir comunicados de los funcionarios locales.
Las autoridades locales y los equipos de rescate han desplegado operaciones para limpiar escombros, restablecer la energía y llevar suministros a las comunidades que permanecen aisladas. Un informe de Associated Press detalla que se está trabajando para llevar suministros básicos a Asheville y sus alrededores utilizando aviones, camiones e incluso mulas.
La devastadora fuerza del huracán dejó intransitables muchas rutas principales hacia Asheville, incluyendo la Interestatal 40, y causó daños severos al sistema de abastecimiento de agua de la ciudad, obligando a algunos residentes a recolectar agua de arroyos para utilizar en sus hogares. Associated Press informa que equipos de emergencia continúan trabajando para llegar a las áreas más afectadas.
El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, afirmó que la situación es crítica y que muchas personas están sin electricidad ni acceso a comunicaciones. Cooper declaró que se están enviando recursos y colaborando con los gobiernos locales, servicios de emergencia, entidades estatales y federales y organizaciones de voluntarios.
Helene provocó una marejada ciclónica devastadora en la región de Big Bend, Florida, superando los 4,5 metros en algunas áreas. Ciudades como Tampa y Clearwater Beach han sufrido los niveles de inundación más altos en décadas. Según informes deFox Weather, la isla barrera de Treasure Island fue una de las áreas más afectadas, con cuatro personas fallecidas y una devastación material extensa.
La administración Biden ha aprobado una declaración de desastre mayor para Carolina del Norte y Florida, lo que permitirá el acceso a fondos federales para la gestión de emergencias. Biden ha señalado que su administración continuará brindando ayuda “todo el tiempo que sea necesario”. La administradora de FEMA, Deanne Criswell, se encuentra en Carolina del Norte supervisando los esfuerzos de rescate y recuperación, reporta Associated Press.
25 personas murieron en Carolina del Sur, marcando a Helene como el ciclón tropical más mortal en afectar al estado desde el huracán Hugo. Los residentes de Augusta (Georgia) y sus alrededores sufren también de extensos cortes de electricidad.
En algunos casos, los residentes están recurriendo a métodos improvisados para sobrevivir. Sommerville Johnston, un residente local, planea invitar a sus vecinos a una comida comunitaria con estofado de venado, intentando mantener la moral alta en estos tiempos difíciles. Derek Farmer, otro residente, expresó su nerviosismo al quedarse sin agua después de tres días sin electricidad, destaca Associated Press.
La situación en el acuario marino de Clearwater es igual de compleja, con varios pies de agua inundando las instalaciones y forzando el traslado de dos manatíes y varias tortugas marinas. A pesar de que los animales están a salvo, el equipo vital del acuario sufrió daños severos.
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El cambio climático ha exacerbado las condiciones que permiten la intensificación rápida de estas tormentas, intensificándose en cuestión de horas. Funcionarios de FEMA han declarado que cientos de carreteras están cerradas en el oeste de Carolina del Norte y que más de 1.000 personas se encuentran en refugios.
Las comunidades afectadas continuarán recibiendo apoyo federal, mientras los equipos de emergencia y voluntarios trabajan para restablecer la normalidad en las áreas devastadas por el huracán Helene.