Santo Domingo.-Si la presentación de la reforma fiscal al tiempo que se iniciaba la reforma constitucional era una estrategia del Gobierno para evitar que la oposición tuviera trascendencia en la Asamblea Revisora, lo ha conseguido, porque desde la tarde del lunes toda la atención la tiene el proyecto de Ley de Modernización Fiscal.
También ha relegado la Operación Camaleón, a pesar de que este martes se conoce la audiencia de solicitud de coerción, que es contentiva de prisión preventiva para Hugo Beras, Jochi Gómez y los otros cinco encartados.
Tan pronto el presidente Luis Abinader abrió LA SEMANAL para conocer los alcances de la reforma fiscal, los diferentes sectores de la sociedad, los que serán afectados directamente y los que hacen opinión pública, ha tomado el tema.
La planteada reforma fiscal se ha hecho tendencia en las redes, pero también ha acaparado los medios de comunicación, ya sea por funcionarios y dirigentes del Partido Revolucionario Moderno (PRM) defendiéndola o por opositores, economistas, empresarios y comerciantes dejando saber su punto de vista.
Aunque todos parecían estar de acuerdo con la necesidad de la reforma fiscal, parece que los alcances presentados por el Gobierno no fueron los esperados, a pesar de que ya se conocía por donde iría.
En lo que si parecen de acuerdo prácticamente todos, es en que la reforma fiscal provocarán afectación a los sectores más necesitados y por ello ya se habla de que la sentirán los “bolsillos” de los ciudadanos.
El proyecto de Ley de Modernización Fiscal, como la ha llamado el Gobierno, eliminará incentivos a los sectores productivos, aumentará impuestos y perseguiría la evasión y la elusión.
Reforma Constitucional
La reforma constitucional relegada a un segundo plano, marcha en aguas tranquilas, con muy poco espacio en los medios para que los opositores puedan atacarlas, sobre todo, porque los temas a tocar desde hace un buen tiempo vienen dilucidándose y aparentemente no traerán sorpresas.
La Constitución reformada estaría lista para la próxima semana, aunque no se produzca su promulgación, debido a que tanto el Poder Ejecutivo como los congresistas oficialistas quieren hacer un evento que se recuerde como “la Constitución de Abinader”.