Un atleta profesional no identificado intervino para detener una presunta agresión sexual por parte de Sean Diddy Combs durante una fiesta promocional de vodka Ciroc en 2022, según una nueva demanda presentada el domingo 20 de octubre ante el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York.
De acuerdo con la denuncia, la supuesta víctima, propietario de un negocio de alquiler de automóviles de lujo y joyería, fue invitado a una fiesta promocional de la marca de licores, con la que el productor musical ya no mantiene relación comercial.
El demandante, identificado como John Doe, asegura que el fundador de Bad Boy Records lo invitó a una oficina privada durante el evento, donde esperaba mantener una discusión de negocios.
La demanda alega que Sean Combs se encontraba en estado de ebriedad y actuando de manera extraña cuando se aproximó al denunciante, se expuso y procedió a tocar los genitales de la víctima “de manera brusca y sexual” a través de su ropa.
La situación escaló hasta que un deportista profesional ingresó a la oficina e intervino, permitiendo que el demandante escapara.
Según los documentos legales, la víctima quedó “conmocionada y desorientada” después del encuentro sexual no deseado, y se encontró “momentáneamente paralizada” por el “avance sexual extrañamente inapropiado”.
Esta acusación forma parte de una serie de cinco demandas presentadas simultáneamente contra el magnate musical. Entre los denunciantes se encuentra una mujer que afirma haber sido violada por Diddy en el año 2000, cuando tenía 13 años.
Los demandantes están representados por el prominente abogado Tony Buzbee, quien anteriormente anunció que representa a más de 100 personas que acusan al rapero de conducta sexual inapropiada.
El equipo legal de Combs ha negado categóricamente todas las acusaciones. En un comunicado, sus abogados afirmaron que la conferencia de prensa y el número telefónico 1-800 que precedieron a las demandas fueron “intentos claros de obtener publicidad”.
Sostienen que su cliente “nunca ha agredido sexualmente a nadie, ya sea adulto o menor, hombre o mujer” y que confían en que la verdad prevalecerá en los tribunales.
La situación legal de Sean Diddy Combs se complica aún más tras su arresto en septiembre por cargos federales de tráfico sexual, extorsión y transporte para ejercer la prostitución en Nueva York.
En respuesta a las demandas, el magnate musical se declaró no culpable y permanece bajo custodia federal en Brooklyn tras serle negada la fianza.
Según la acusación federal, el músico de hip-hop dirigía una empresa criminal a través de sus negocios, incluyendo Bad Boy Entertainment, Combs Enterprises y Combs Global.
Las autoridades alegan que utilizó “armas de fuego, amenazas de violencia, coerción y abuso verbal, emocional, físico y sexual” para satisfacer sus deseos sexuales.
El juez Arun Subramanian ha programado el inicio del juicio penal para el 5 de mayo de 2025. La fiscalía estima que necesitará tres semanas para presentar su caso, mientras que la defensa calcula una semana para argumentar a favor del rapero.
La oficina del Fiscal de Estados Unidos también señaló que la investigación continúa en curso y apuntó a la posibilidad de una acusación formal complementaria, lo que podría extender la duración del juicio.
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Si es encontrado culpable de los cargos federales, Sean Combs enfrentaría una pena mínima de 15 años de prisión o una sentencia máxima de cadena perpetua.
El demandante en el caso más reciente está solicitando un juicio con jurado para determinar “daños compensatorios por todas las lesiones físicas, angustia emocional, daño psicológico, ansiedad, humillación, dolor y sufrimiento físico y emocional, alteración familiar y social, y otros daños”.
El equipo legal de Combs ha solicitado recientemente una orden para prohibir declaraciones extrajudiciales de posibles testigos gubernamentales y sus abogados, argumentando que su cliente tiene derecho constitucional a un juicio justo, libre de influencias prejudiciales en la prensa.
Su abogada, Erica Wolff, ha enfatizado que Diddy “no puede abordar cada acusación sin mérito en lo que se ha convertido en un circo mediático”.