SANTO DOMINGO. -El Estadio Quisqueya, que cumple 69 años este invierno, marcó una nueva etapa en la historia deportiva dominicana, el que constituyó un gran adelanto sobre los demás países del área.
Y para la celebración de sus seis décadas de construido, la Cámara de Diputados declaró mediante la Ley 11-15 del 6 de febrero del 2015, que la instalación lleve por nombre «Estadio Quisqueya Juan Marichal», que sigue siendo la principal instalación de béisbol profesional de Santo Domingo.
El año de 1955 fue de amplio esplendor, alegría y derroche, el año del «Benefactor de la Patria». La Era cumplía sus veinticinco años y ese acontecimiento debía celebrarse con la mayor fastuosidad.
Todo el país, y particularmente la ciudad capital, recibieron importantes obras de utilidad pública que forman parte de un ambicioso plan de desarrollo que venían ejecutándose desde principios de la década.
Al comienzo del año se anunció la construcción de una autopista a un costo de 3.5 millones de pesos, la cual se extendió desde Santo Domingo hasta Boca Chica, a partir del enlace con la autopista en construcción hacia San Isidro, para conducir en pocos minutos hasta la Base Militar, construida dos años antes.
En diciembre, junto a la inauguración de la “Feria de la Paz” y otras obras importantes, fue puesto en servicio el majestuoso puente sobre el río Ozama, cuyo costo fue de cinco millones de pesos.
Todo el país se regocijó. El dinero se gastó con prodigalidad. Se construyó un hotel de lujo de más de trescientas habitaciones, cuyo costo fue estimado en cinco millones de pesos, levantado en los terrenos aledaños a la Feria de la Paz, en el sector de Bella Vista, que luego se convirtió en hospital.
El 5 de mayo de 1951, el señor Humberto Gómez Olivier, Director General de Deportes, anunció con bombo y platillo la construcción del Estadio en el día inaugural de la temporada de béisbol.
El estadio fue considerado el más moderno de América, representando la mayor contribución hecha a favor del beisbol por el Gobierno dominicano, una estructura acogedora y moderna que ha dado emocionantes encuentros entre equipos nacionales y extranjeros que han hecho vibrar los corazones de los millares de fanáticos que han asistido al correr de los años.
Los planos de este moderno campo deportivo fueron preparados por la prestigiosa firma norteamericana de ingenieros Marr & Holman, los mismos que construyeron el estadio de beisbol de Miami. Su construcción estuvo a cargo del ingeniero Bienvenido -Bebecito- Martínez Brea, en 357 días.
La inauguración, el 23 de octubre de 1955, fue posible gracias a los esfuerzos realizados por el ingeniero Bebecito Martínez Brea, quien terminó 37 días antes de la fecha fijada, pudiendo acomodar en 1955 14,000 espectadores en el grand stand y 8.000 en los bleachers. Desde entonces es la casa de los gloriosos Tigres del Licey, que comparte con Leones del Escogido en los tornes invernales.
Junto al ingeniero Martínez Brea laboraron los ingenieros Rafael Bonelly G, Felipe Martínez Brea, Justino Zorrilla, Víctor Carreño, Papito Rivera y Alejandro Martínez y Martínez y Fausto Manrique Donastorg la instalación eléctrica.
Los actos de inauguración del campeonato y el juego fueron televisados y radiodifundidos por el Palacio Radiotelevisor La Voz Dominicana, actuando como locutores los locutores Rafael Rubí, Ramón Rivera Batista y Rafael Cuello Batista.
Con la llegada al palco de honor Rafael Trujillo y su hermano Héctor, presidente de la República, fue ejecutado el himno nacional, por la banda de la Marina de Guerra.
Luego, la obra fue bendecida por el arzobispo coadjutor de Santo Domingo, monseñor Octavio A. Beras. El secretario de Educación y Bellas Artes, doctor Joaquín Balaguer, pronunció el discurso de apertura.
Desde el palco de honor, el dictador oprimió el botón que iluminó totalmente el terreno de juego.
Las madrinas de los equipos, señoritas Vanessa Benedicto García, del Licey; Marinita Boyrie Camps ,del Escogido; Altagracia Isolina Zuleta, de los campeones Estrellas Orientaless; y Milagros Riggio, de las Aguilas Cibaeñas, entregaron sendos ramilletes de flores antes de izar las banderas nacional y de los equipos y luego el desfile de los jugadores.
El receptor estadunidense Johnny Ritchey, de las Estrellas de Oriente, que fungieron de local por ser los campeones del año anterior, fue al palco presidencial, donde recibió la pelota al tiempo, que el público vitoreaba.
Su forma es de aproximadamente una herradura, cerrado por una verja de diez pies de altura, a excepción de un tramo del jardín central, que tiene 26 pies. La distancia del plato a la pared de los jardines es de 385 pies por ambos campos, derecha e izquierda, mientras que al centro es de 411.
El techo del grand stand está construido de vigas de acero con un saliente de 84 pies fuera y por encima de los asientos. Por no llevar columnas verticales, los espectadores pueden gozar de un amplio campo de visión sin obstrucción, desde cualquier asiento en el estadio.
Toda la armadura del estadio está diseñada para resistir velocidades del viento de hasta 150 millas por hora, lo cual da una idea de su resistencia, cuando al paso de los años ha esquivado varios ciclones y tormentas de variadas categorías que han pasado por Santo Domingo.
Tiene ocho torres, cuatro situadas en la parte superior, mientras que el resto completan el sistema de iluminación alrededor del terreno, que para su inauguración tenía una potencia lumínica de 1,033,000 vatios, producidos por 688 luces de 1,500 vatios cada una.
Las facilidades de los palcos para la prensa incluyen cabinas individuales para los cronistas, locutores de radio y televisión, anotador oficial, baños, sala de estar, situados sobre el grand stand, a todo lo largo de un pasillo cubierto, con un ascensor que lleva a una altura de unos cinco pisos.
El palco presidencial está dotado de aire acondicionado desde el primer día de apertura, con un elevador privado que lleva directamente al palco presidencial, desde un garaje particular, que está situado cerca de la entrada principal del estadio.
El palco tiene un mirador directamente detrás del plato, así como un cuarto de reposo, otro de conferencias, cocina y sanitarios.
Las rampas y pasillos que conducen a los distintos sanitarios, baños públicos y oficinas para las autoridades deportivas, están en el segundo piso del grand stand, donde están localizadas las oficinas de la Liga de Béisbol, Comisionado de Béisbol y la Federación Dominicana de Peloteros Profesionales.
Las dos secciones de los bleachers son similares en su construcción al grand stand, pero sin techo, con capacidad de para acomodar 8,000 personas, 4.000 cada una (antes de la remodelación), ambas con entradas privadas, y como en el grand stand, se llega a los asientos a través de rampas y pasillos.
Las entradas a las gradas, en adición al vestíbulo y el lobby, disponen de otros baños públicos, oficinas para el administrador, depósitos, talleres de mantenimiento, cuartos para equipos eléctrico y mecánico.
El segundo piso está dotado de baños, con rampas que los llevan a sus desahogos.
El terreno de juego está dotado de un sistema de drenaje que permite celebrar un juego a las pocas horas de haber llovido torrencialmente.
Fue sometido a trabajos de reconstrucción para extender su cantidad de asientos y la apariencia del campo en general.
Los bullpen ahora son cerrados y están divididos del campo de juego. A menudo se utiliza para eventos y conciertos, con una capacidad de albergar 25,000 espectadores en el área de terreno, además de más de 13,000 localidades que tienen las gradas.
El área de influencia del estadio alberga el Coliseo de Boxeo Carlos «Teo» Cruz, las instalaciones de la Liga Deportiva Mercedes y las Oficinas de la Dirección Nacional de Transporte.
Para la temporada 2010-2011 se redujo el área de bleachers para ampliar los palcos ‘AA’, que pasan de 1,843 a 3,443 localidades. Para la temporada 2014-2015 se renovó nuevamente y se redujo el área de los bleachers de 3,500 a 3,015, y así, otras áreas también.
El Estadio Quisqueya ha acogido grandes eventos artístico y deportivos, tales como Barbarella By Presidente conciertos, presentaciones de boxeo, eventos religiosos, lucha libre, baloncesto, softball, actos políticos, Disney On Ice, y ha llevado varias Series del Caribe, evento llamado por muchos como la Serie Mundial Latinoamericana, que volverá a acoger en el año 2016.
Los Primeros
El primer hit lo conectó Alcibíades Colón, de los Tigres del Licey, ante el estadounidense Donald Leston, de las Estrellas Orientales, el día inaugural de 1955. Leston fue el autor del primer wild pitch.
Pablo García, Licey, fue el primer out con un rodado vía 43, y también quien remolcó la primera carrera. Bob Wilson, del Licey, dio el primer triple en el tercer inning.
Emil Panko, de las Águilas Cibaeñas, fue el autor del primer jonrón y lo hizo al día siguiente de la inauguración, en juego vespertino ante los envíos de Federico –Chichí- Olivo. Luís Grillo Báez, del Licey, fletó el primer doble, el 23 de octubre.
Federico Olivo fue el primer lanzador ganador y el primer derrotado fue Donald Elston.
Capacidad:
13,186 asientos para eventos deportivos: 1,411 palcos A; 1,242 palcos AA; 766, preferencia B; 2,767 preferencia C y 7,000 bleachers. Para eventos artísticos: 25,000, utilizando área del terreno.
Comidas & bebidas:
Cuenta con áreas de expendios de bebidas y comida en su interior y móviles para eventos artísticos: Hot dog, pizzas, hamburgers, pop corn, refrescos, jugos…
Baños:
Disponible propios y móviles para eventos artísticos.
Recomendaciones:
Si es por orden de llegada, asistir a los eventos dos horas antes de iniciar. Por dos razones: para conseguir mejores locaciones y porque las calles se congestionan y el tránsito se dificulta.
Información adicional:
Entradas por dos avenidas: Tiradentes y San Cristóbal. De igual forma, por las calles: Pepillo Salcedo y Coronel Fernández Domínguez, pero preferiblemente por la Tiradentes, ya que en algunas ocasiones cierran las demás.