Manzanillo, Montecristi.-El Centro Bahía de Manzanillo para el Desarrollo Regional (Cebamder) denunció que el Proyecto La Cruz Manzanillo, dedicado fundamentalmente a la siembra de guineos, está al borde de la desaparición debido a una alarmante crisis productiva, económica, financiera y administrativa.
El presidente de Cebamder, Frank Valenzuela, explicó que, de las 33,000 tareas disponibles, la superficie sembrada ha disminuido drásticamente, pasando de 12,316 tareas entre enero y septiembre de 2020 a apenas 1,096 tareas en el mismo período de 2024, una caída del 91.12%.
Dijo que esa situación ha provocado una caída estrepitosa en los ingresos del proyecto. “Los ingresos por ventas de productos agrícolas se desplomaron de RD$28,403,230.91 en 2020 a solo RD$1,463,816.00 en 2024, lo que representa una disminución del 94.85%. Este colapso financiero es insostenible y amenaza la viabilidad del complejo”.
Aseguró que cultivos emblemáticos del proyecto como el guineo y el plátano registraron caídas del 89.71% y 94.37%, respectivamente; mientras que el de tomate desapareció por completo, mientras que la introducción de la auyama con 53 tareas, resulta insuficiente para compensar la pérdida.
“Es inconcebible que en tiempos de recuperación económica estemos experimentando peores resultados que en plena pandemia”, manifestó.
Frank Valenzuela reveló que el Cebamder consiguió esas cifras del Ministerio de Agricultura valiéndose de la Ley de Acceso a la Información Pública. “Estos datos oficiales confirman el colapso que hemos estado denunciando y que afecta no solo al proyecto sino a toda la región noroeste”.
Detalló que la brusca caída de las inversiones del proyecto, reflejada en una disminución de un 22.56%, ha pasando de RD$360,031,677.00 a RD$278,867,000.00. El patrimonio del Estado dominicano en el proyecto también se redujo en un 73.04%, al pasar de RD$372,083,415.00 a RD$100,324,348.00.
Aseguró que la situación de los activos y pasivos del proyecto agrícola es igualmente preocupante. “Los activos corrientes cayeron un 83.20%, afectando la liquidez y la capacidad de afrontar obligaciones a corto plazo. Mientras tanto, los préstamos por pagar aumentaron un 136.66%, señalando una mayor dependencia del endeudamiento para operar”.