Expresa Sun Tzu, en libro El Arte de la Guerra, «nopersigas a los enemigos cuando finjan una retirada, ni ataques tropas expertas». Así parece haberlo entendido elpartido Fuerza del Pueblo, con su candidato presidencial, Dr. Leonel Fernández, quien obtuvo en el retro próximo torneo electoral, a nivel nacional, 1,259,427 (15.54% de su universo); el senador Omar Fernández, obtuvo para la senaduría, 255,924 votos (27.88% de su universo), superando con creces los sufragios contados a su padre en la misma demarcación. Todo ello, no obstante el propósito del gobierno central y su inconmensurable inversión por imponer a Guillermo Moreno en la senaduría.
Lo cierto es que Omar Fernández se ha puesto de moda en todo el país; ya la gente empieza a percibirlo como posible candidato presidencial de la Fuerza del Pueblo, para un futuro electoral inmediato; un joven con una acrisolada hoja de vida personal y muy baja tasa de rechazo electoral. El partido verde, que a nivel presidencial no ha sido mas que una plataforma o instrumento legal para postular a Leonel Fernández a la presidencia de la República, precisa de la base electoral que lo monte en el riel de la presidencia para las venideras elecciones del 2028; eso solo podrá lograrlo, agregándole nuevos ingredientes que atraigan al electorado: Omar, es uno de ellos.
¿Por qué ha salido una corriente política vendiendo a Omar Fernández para la presidencia de la República, cuando quien realmente ha manifestado estar detrás de la silla de alfileres es Leonel? Eso no es fortuito. En la Fuerza del Pueblo, no hay un solo dirigente capaz de sacar la cabeza y promover a ningún otro candidato, en contra de Leonel Fernández y que sobreviva; quien conoce a Félix Bautista, hijo putativo indiscutible de Leonel, debe saber que jamás movería un solo dedo en contra de su padre putativo y protector político, aún sea para beneficiar a uno de sus hijos; y quien conoce a Omar Fernández, sabrá que este, jamás le disputaría a su padre, una candidatura presidencial, no solo por ser su padre, sino porque es su ídolo.
Partiendo de ello, es lógico pensar que es una jugada maestra de los estrategas de la Fuerza del Pueblo, en busca de crear un dinamismo en ese partido, en donde una vez el electorado vea la posibilidad de que Omar sea el candidato presidencial por la Fuerza del Pueblo, se sumarían a su proyecto, con lo que se aumentaría significativamente la base electoral de ese partido. Ese “enfrentamiento” entre padre e hijo, inoculará gran euforia al partido verde. Al final, ocurrirá lo que no será una sorpresa para nadie: Omar declinará sus aspiraciones, para apoyar a su padre Leonel Fernández, endosándole a sus seguidores.
Como tampoco es fortuito el periplo o media tour que está haciendo el senador Félix Bautista por todo el país, cambiando en el electorado la percepción de “uno de los políticos más corruptos del continente y el mayor del país”, por el del Félix Bautista filántropo, generoso, desprendido, que apoya a los pobres. En este país, más del 50% de sus electores conoce al Félix Bautista que le vendieron Domínguez Brito, Laura Guerrero Pelletier y toda la PEPCA; hoy, él sale a decirle a esa misma gente: “mira, no soy lo que te hicieron creer, soy humanitario, solidario, de los tuyos; y vengo a rescatarte y reinvindicarte”. Mañana cuando vaya a tocar las puertas de esos electores, primeramente apoyarán a quien él les pida, segundo, quedará la reserva de su propio proyecto, cuando Leonel no aspire.
Solo un hijo como Omar, con la relación que lleva con su padre, o el mismo Félix Bautista, podrían aún con reales posibilidades de llegar, dar sin chistar un paso al costado, para que Leonel siga brillando; cualquier otro, se creería la movie y se haría contar sus votos, con el riesgo de generar una crisis interna. El show del senador Félix Bautista y el ex diputado Rubén Maldonado, es simple circo, parte de ese drama; veremos otros importantes leonelistas montándose en la ola de Omar. Sin embargo, esa estrategia podría ser muy peligrosa, un arma de doble filo; ciertamente podría dejar muy bien parado a Leonel, porque sería quien cosecharía los frutos; pero por otro lado, muy mal parado a Omar, por haber “usado” a sus simpatizantes como peones de ajedrez, con el trágico resultado de que finalmente no apoyen a uno ni al otro.