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Azua, RD.- Pobladores del Distrito Municipal Hato Nuevo Cortés, provincia Azua, se lanzaron a las calles para exigirle al presidente Luis Abinader solución inmediata de los graves problemas que ocasionan las aguas del embalse del Proyecto Múltiple Presa de Monte Grande (PMPMG), inaugurada el pasado enero por el mandatario.
El embalse, llenado el último mes con las fuertes y frecuentes lluvias caídas sobre en la cuenca alta del río Yaque del Sur, así como sus afluentes, alcanzó hasta una cota de 197 milímetros, la cual anega bajo sus aguas más de 8,000 tareas sembradas de plátanos, guineos, yuca y otros rubros, pertenecientes de decenas de familias de esta comunidad.
Según técnicos del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), en el proyecto la cota máxima de las aguas del embalse es la 198 msnm, muy por encima de las tierras de producción agrícola de agricultores de Hato Nuevo Cortés y coincide con el nivel de la 1ra calle del poblado.
«Esto quiere decir que, cuando se llene por completo el vaso de la presa, la parte baja del pueblo quedará sumergido bajo las aguas del lago de la presa», dice el campesinado de la zona afectado por esta situación.
Ante esa amenaza inminente y los daños de destrucción de sus cosechas ya causados por el lago, el Comité de Protección y Defensa de la Comunidad, decidió ponerse pie de lucha y llamar al pueblo a la unidad y la movilización en las calles para demandar del INDRHI, así como de la Presidencia de la República una respuesta inmediata y eficaz ante tan grave situación.
Como acción primera, este domingo por la tarde ocuparon la carretera Azua – San Juan, a la altura del cruce de entrada al poblado, enarbolando consignas y pancartas alusivas al problema y sus demandas.
Su enojo es mayor, porque técnicos del INDRHI habían informado a comunitarios de Hato Nuevo Cortés que no serían afectados por el lago de la presa; pero, se quejan porque aún no se llena y ya más del 80 % de sus conucos o parcelas están bajo el lago, amenazando, también en inundar parte del poblado.
Por esta razón el campesinado se siente engañado y maltratado por ese ente del Estado, responsable directo de las ejecuciones llevadas a cabo en Monte Grande, sobre todo, porque no ha sido incluidos entre los afectados por esta problemática.
Señalan que las pocas compensaciones recibidas por parte de los damnificados «ni se tienen» como entrega de casas como a los habitantes de las comunidades desplazadas ni tierras en el proyecto agrícola que tiene como compromiso de entregarlas el gobierno.
«Nuestra situación es ya de calamidad y de mucha incertidumbre», expresó Patricio Matos, Presidente del Comité de Protección y Defensa de la Comunidad de Hato Nuevo Cortés.
