En un trágico incidente en Kansas City, Missouri, una bebé perdió la vida después de que su madre la colocara, según declaró, accidentalmente en un horno para dormir su siesta, en lugar de ubicarla en su cuna.
De acuerdo con documentos judiciales presentados el sábado y obtenidos por ABC News, la policía fue enviada a una residencia en el vecindario de Manheim Park en Kansas City aproximadamente a la 1:30 p. m. hora local del viernes, en respuesta a una llamada sobre un infante que no respiraba. A su llegada, los oficiales observaron que la víctima presentaba aparentes quemaduras. El Departamento de Bomberos de Kansas City fue quien declaró fallecida a la niña de un mes en el lugar.
El informe del incidente indica que Thomas, de 26 años, afirmó haber colocado a la niña para una siesta y, por error, la puso en el horno en vez de en su cuna. “Pensé que la había puesto en su cuna, y accidentalmente la puse en el horno,” le habría dicho Thomas al abuelo de la infante, quien proporcionó una declaración a la policía, según los documentos judiciales.
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La Oficina del Fiscal de Jackson County comunicó que Mariah Thomas enfrenta un cargo de delito grave Clase A por poner en peligro el primer grado de bienestar de un menor. Jean Peters Baker, fiscal del condado de Jackson, aseguró el sábado que “por la naturaleza de esta tragedia, nuestros corazones están afligidos por la pérdida de esta preciada vida. Confiamos en que el sistema de justicia penal responderá adecuadamente a estas terribles circunstancias” publicó el diario local The Kansas City Star.
Si es declarada culpable, Thomas podría enfrentarse a una pena que varía entre diez años y cadena perpetua, de acuerdo con la ley del estado de Missouri.
No es el primer evento trágico que golpea a la comunidad de Kansas City en tiempos recientes. Este incidente se suma a una serie de tragedias donde menores han sido las víctimas. El 27 de noviembre de 2023 se encontró el cuerpo de Grayson O’Connor, de 5 años, en un callejón detrás de los Grand Boulevard Lofts.
Otro caso fue el de Karvell Stevens, de 6 años, cuya madre, Tasha Haefs, está acusada de su asesinato tras descubrírsele en su hogar con evidencia gráfica de violencia extrema. Por último, Ivy House, quien estaba a días de cumplir 5 años, fue hallada fallecida y en un avanzado estado de desnutrición, mientras su hermana gemela sobrevivió en condiciones igualmente precarias.