Cuando la Junta Central Electoral (JCE) anunció la eliminación de circunscripciones y la reducción de 5 a 4 los diputados de la provincia San Juan, bajo el pretexto de que habíamos tenido una significativa reducción de la población conforme al IX Censo Nacional de Población y Vivienda 2010, me pareció muy extraño, porque lo que se percibía en las calles era algo diferente. Siempre entendí se había tratado de una mala aplicación de la boleta censal.
Si así fuese, nuestra provincia fue víctima de la ineptitud o ineficiencia de quienes realizaron ese trabajo, al no contabilizar nuestra población real; subsanado ello con la publicación del nuevo censo, regresaría la diputación que perdimos y la subdivisión en circunscripciones, en donde los candidatos a diputados y regidores no tendrían que recorrer el territorio general, sino centrar sus recursos en la circunscripción que pretende representar en la Cámara de Diputados o el ayuntamiento municipal. Sin embargo, por ineptitud o ignorancia se suelen repetir las “chacumbeladas”.
En retrospectiva, analizaremos los censos 2002, 2010 y 2020. La provincia San Juan tenía en el 2002, una población de 241,105 habitantes; en 2010 cesaron 232,333 habitantes; y en el 2020, 244,668. Si la referencia tomada fue el año 2010, con el censo del año 2020, habríamos recuperado no solo el diputado que perdimos, sino también posiblemente la subdivisión en circunscripciones, pero cuando creemos ganada una partida, nos cambian las reglas del juego.
Conforme al X Censo de Población y Vivienda 2020, la provincia San Juan incrementó 12,335 habitantes (superando los 8,772 que habíamos perdido en 2010); sin embargo, por obvias razones, nuestra población electoral se ha mantenido en ascenso (131,246 en 2002; 164,484 en 2010; y 192,039 en 2024). La nueva Constitución proclamada en el año 2024, ha cambiado las reglas del juego, al establecer que las diputaciones serán asignadas en proporción a los electores de cada provincia y no a la de su población.
En el sistema bicameral que existe en la República Dominicana, derivado de la Constitución de Filadelfia, siempre se ha establecido que los senadores representan el territorio mientras que los diputados a la población. Así habían versado nuestras constituciones políticas hasta el año 2024; hoy, todo eso ha cambiado, con lo que una vez más podría salir perjudicada nuestra provincia, ya que conforme al actual padrón electoral, con 8,105,151 entre 158 diputaciones = 51,298 electores/diputación, por lo que de nuestra población electoral (192,039), obtendríamos 3.74 diputaciones (conforme a cálculo que he hecho, el residuo representa uno, por lo que esta vez serían 4).
Es importante conocer estos datos, para que todos los sanjuaneros (sin importar el municipio al que correspondan, ni en dónde residan actualmente), se empadronen para votar en sus respectivos municipios; para las próximas elecciones, nos ha salvado el elevado residuo que tenemos, pero si nos empadronamos en otras provincias o el Distrito Nacional, podríamos estar perdiendo otro diputado. De igual manera considero un despropósito la fluctuación con que se estará manejando ese evento. Al menos, con la población, se mantendría la inmutabilidad durante 10 o 12 años (como históricamente se venía haciendo).
Aportaré datos inéditos que aún no han sido colocados en palestra; con la reforma constitucional del año 2024, ocho provincias del país, verán disminuida su matrícula a la Cámara de Diputados: Santo Domingo, con 11 plazas; Distrito Nacional, con 2; Santiago, con 2; y La Altagracia, Puerto Plata, San Cristóbal, La Vega y María Trinidad Sánchez, con una plaza cada una. A partir de este momento, cada provincia estaría motivando a sus ciudadanos a que se empadronen en sus respectivos municipios. Nuestros legisladores levantan la mano para aprobar hasta su propia aniquilación, porque lo único que les importa es “ser senador o diputado”.