No cesan las labores de la fuerza pública colombiana para atacar de manera contundente al Clan del Golfo, uno de los grupos armados que más fuerza ha tomado en el país y que, después de arduas investigaciones, ya tiene en la mira a más de una decena de sus presuntos cabecillas.
Así fue dado a conocer en la mañana del lunes 16 de diciembre, después de que se publicara el cartel con los presuntos cabecillas más buscados de ese grupo criminal en el departamento de Córdoba y en que, una vez más, aparece José Gonzalo Sánchez Sánchez, alias Gonzalito, el segundo máximo líder del Clan del Golfo.
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De hecho, el Ministerio de Defensa actualizó su lista de máximos cabecillas, que en total ya suma 78 integrantes del Clan del Golfo, e informó que se está ofreciendo una recompensa superior a los 800 millones de pesos por información que permita capturarlo.
Entre los crímenes contra alias Gonzalito se le apunta el asesinato de líderes sociales y defensores de derechos humanos en los departamentos de Córdoba, Sucre y Antioquia, además de ser una de las mentes detrás de los ataques contra los firmantes de paz de las extintas Farc.
“Alias Gonzalito, segundo cabecilla del Clan del Golfo, es uno de los más buscados del grupo armado organizado y ofrecemos hasta 650 salarios mínimos por información que conduzca a su captura. Tiene órdenes de captura por el homicidio de 4 líderes sociales, un líder indígena y un firmante de paz. En el marco de la Operación Themis 2.0 hemos priorizado la captura de 78 actores criminales, que serían los responsables de las afectaciones que se vienen presentando contra defensores de derechos humanos y firmantes de paz”, señaló el Ministerio del Interior.
Por su parte, los coroneles Elkin Jesús Corredor Rueda, comandante de la Policía de Córdoba, y Gimi Ernesto Palacios Narváez, comandante de la Policía Metropolitana de Montería, hicieron un llamado a la ciudadanía para que contribuya con datos que conduzcan a la ubicación de los miembros de esta organización criminal, prometiendo total reserva en la identidad de quienes decidan colaborar con las autoridades.
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“De esta manera usted nos puede ayudar para poder sacar de circulación a estos delincuentes los cuales vienen afectando la vida y la obra de nuestros ciudadanos colombianos, especialmente en el departamento de Córdoba”, señaló el coronel Elkin Jesús Corredor Rueda, comandante (e) del departamento de Policía Córdoba.
Además de alias Gonzalito, el cartel incluye a otros seis cabecillas principales: Óscar Emilio Rivera Bermúdez, alias Par de seis; Dinarco Herrera Garcés; José Elías Cortés Velásquez, alias Chalia; Urainer Gilberto Córdoba Buenaventura, alias Tocayo; Rober Alexander Martínez Velásquez, y Osnéider Ruiz Arroyo. Las recompensas por información que permita su captura ascienden hasta los 500 millones de pesos.
También aparecen otros miembros clave de la estructura, como Wilmar Albeiro Mejía Úsuga, alias Richard; Onael Enrique Ramos Anaya, alias Chacal; Didier Esteban Aricapa Cotera, alias Silvestre; Néider Alexander Moreno Guisado, alias Chibolo; José Rosario Aparicio Vargas, alias Camilo, y Kevin Esteban Chaverra Gutiérrez, alias Risitas. En estos casos, las recompensas varían entre tres y 50 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
Para suministrar información, los ciudadanos pueden comunicarse a las líneas 3178965777, 3143587212 y 107, o enviar un correo electrónico a [email protected]. Según el coronel Palacios Narváez, la lucha contra el Clan del Golfo requiere un esfuerzo conjunto entre las autoridades y la ciudadanía para garantizar un entorno más seguro y justo.
Alias Gonzalito, cuyo nombre completo es José Gonzalo Sánchez Sánchez, es uno de los líderes principales del Clan del Golfo. Nacido en Montería, asumió un papel protagónico en la organización tras la extradición de alias “Otoniel” a Estados Unidos. Desde 1996, ha estado involucrado en actividades delictivas, liderando operaciones en Antioquia, Córdoba y Sucre.
Cuenta con órdenes de captura por diversos delitos, entre ellos homicidio, terrorismo, extorsión y tráfico de armas. Antes de su actual rol, integró el Bloque Catatumbo de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y cumplió una condena de seis años en la Cárcel de Bellavista por conformación de grupos ilegales.