Puerto Príncipe, Haití.- En medio del recrudecimiento de la escalada de violencia por parte de algunas bandas armadas, los actores políticos son presionados por las Naciones Unidas para que lleguen a un acuerdo que prepare el escenario con el interés de restablecer la paz y la organización de elecciones presidenciales a finales de 2025.
Estados Unidos y la comunidad internacional esperan que en este país se pueda juramentar un nuevo presidente en febrero de 2026, puesto en vacancia desde el magnicidio de Jovenel Moise en julio de 2021.
La Oficina de las Naciones Unidas en Haití reclama a las autoridades y a los sectores políticos a redoblar los esfuerzos para recuperar la seguridad y la paz social, cuando se registran más de 200 muertos por masacres perpetradas por miembros de grupos armados.
Por la violencia, más de 700 mil haitianos han abandonado sus hogares en Puerto Príncipe, capital mayormente controlada por las bandas.
La agencia de la ONU en Haití considera que la estabilidad política es necesaria para permitir una mejora en la situación en el país.
Mientras tanto, los ministros de Exteriores de la Unión Europea anunciaron sanciones contra tres líderes de pandillas por la creciente violencia durante las últimas semanas.
Las sanciones pesan contra Jonel Catel, líder de la banda “Terre Noir”, afiliada a la coalición de bandas G9 en Haití; Gabriel Jean-Pierre, líder del grupo de pandillas GPep, y Ferdens Tilus, líder de la banda Kokorat San Ras.