El juez Arun Subramanian denegó la solicitud de Sean Diddy Combs de realizar una audiencia probatoria sobre presuntas filtraciones de materiales sensibles a la prensa, específicamente un video de vigilancia de 2016 que muestra una escena de agresión contra su expareja Cassie Ventura.
En una resolución emitida el lunes 16 de diciembre, el juez determinó que el rapero no ha demostrado que el gobierno haya filtrado deliberadamente el material para perjudicar su reputación.
Concretamente, sobre el video de vigilancia del Hotel Intercontinental, Subramanian señaló que Combs no proporcionó fundamentos sólidos para respaldar su acusación de que la fuente más probable de la filtración es el gobierno
El video, difundido por CNN cinco meses antes de la detención de Sean Combs el 16 de septiembre, muestra una escena de violencia donde el músico agarra a Ventura por el cuello, la arroja al suelo, la patea y la arrastra por el pasillo.
Cabe destacar que la grabación se ha convertido en una pieza clave en la narrativa de los cargos contra el reconocido cantante de rap y fundador de Bad Boy Records.
El equipo legal de Sean Combs argumentó que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) ha orquestado una campaña de desprestigio de siete meses para “socavar” su derecho a un juicio justo, filtrando materiales confidenciales del gran jurado.
La defensa de Diddy sostiene que estas filtraciones han generado una cobertura mediática sensacionalista y perjudicial, comprometiendo la posibilidad de obtener un jurado imparcial.
Los fiscales federales rechazaron categóricamente estas acusaciones, manifestando en una carta al tribunal que no estaban en posesión del video antes de su publicación por CNN.
Además, negaron cualquier intención de filtrar información prejudicial sobre el caso.
En ese sentido, el juez Arun Subramanian recordó tanto al gobierno como al público que la culpabilidad del artista de 55 años se determinará mediante las pruebas presentadas en el juicio, no a través de un “juicio mediático”.
No obstante, advirtió que si se confirman filtraciones específicas de información prohibida, se tomarán acciones.
El magistrado también destacó que el video pudo haber sido accesible para múltiples personas más allá de los agentes gubernamentales, incluyendo el propio equipo de Combs, quien supuestamente pagó 100 mil dólares en efectivo a oficiales de seguridad del hotel para destruir el material.
Su defensa argumentó que el video habría sido utilizado de la manera más prejudicial posible, sin proporcionar el contexto adecuado. Mientras tanto, los fiscales rechazan estas alegaciones, calificándolas como un intento de suprimir una evidencia incriminatoria.
Sean Diddy Combs permanece detenido en el Centro de Detención Metropolitana de Brooklyn. Actualmente está acusado de tráfico sexual, crimen organizado y transporte para ejercer prostitución, cargos de los que se ha declarado no culpable.
Si es declarado culpable de todos los cargos, podría enfrentar una posible cadena perpetua.
El caso se centra en alegaciones de que Combs dirigía una operación criminal destinada a satisfacer sus necesidades de “gratificación sexual”, supuestamente organizando fiestas —conocidas como freak offs— donde se suministraban drogas a las víctimas para coaccionarlas sexualmente.
Las autoridades describen un esquema elaborado de abuso y manipulación que habría operado durante años bajo el liderazgo del productor musical.
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Tras múltiples intentos fallidos de libertad bajo fianza, el equipo legal de Diddy abandonó recientemente su apelación, lo que significa que permanecerá encarcelado hasta el inicio del juicio.
El juicio contra Sean Diddy Combs está programado para iniciar el 5 de mayo de 2025. El caso ha generado una gran expectativa mediática y pone de manifiesto polémicas dinámicas que rodean el detrás de escena del mundo de las celebridades.