Ciudad de México.-. México gestiona con varios países para que puedan recibir a sus ciudadanos indocumentados que sean deportados desde Estados Unidos, tan pronto el presidente electo Donald Trump asuma la Casa Blanca a partir del 20 de enero.
La presidenta Claudia Sheinbaum reveló que las conversaciones fueron iniciadas con representantes de países de América Latina.
Se busca evitar que los migrantes que sean deportados por la administración de Trump sean enviados a México.
Las autoridades mexicanas tratan de llegar a un acuerdo con el equipo del presidente electo de Estados Unidos para los indocumentados sean fletados en aviones rumbo a sus respectivos países.
“Sí, el canciller Juan Ramón de la Fuente está hablando con algunos países cuyos habitantes cruzan el territorio nacional para llegar a la frontera norte”, reveló Sheinbaum, según declaraciones divulgadas por la prensa internacional.
Ese diálogo de México ha sido con gobiernos de Centroamérica, y la presidenta mexicana informó que se habla con “otras naciones para que reciban a los deportados”.
Plantea que Estados Unidos deporte a esos migrantes a sus distintos países, no así sean expulsados a México.
Sólo entre enero y agosto de este año se han detectado 195 indocumentados que han llegado a la frontera de México en su intento de cruzar a Estados Unidos, en su mayoría de Latinoamérica.
“Por supuesto que nosotros vamos a seguir defendiendo a los mexicanos en Estados Unidos; es lo que nos corresponde, y en caso de que haya deportaciones prepararnos para poderles dar la bienvenida”, dijo la mandataria.
De su lado, el “zar de la frontera” de Donald Trumpo, como se conoce Tom Homan, ha anunciado que el próximo Gobierno reintroducirá la detención de familias migrantes a partir del 20 de enero.
“El problema es el siguiente: usted sabía que estaba en el país de manera ilegal y decidió tener un hijo. Así que fue usted quien puso a su familia en esa posición”, dijo en declaraciones ofrecidas al diario The Washington Post.
Informó que los migrantes adultos serán detenidos con sus hijos menores en centros con tiendas de campaña o carpas, en espera de ser deportados.