REDACCION. – El incendio forestal en Pacific Palisades fue declarado el más destructivo en la historia de Los Ángeles, con un estimado de 1.000 estructuras, incluidas viviendas y otros edificios, reducidas a cenizas mientras las llamas continúan extendiéndose, según informó The Associated Press (AP). Alimentado por los intensos vientos de Santa Ana, las conflagraciones crecen mientras miles de bomberos luchan contra al menos tres incendios distintos que afectan desde la costa del Pacífico hasta Pasadena.
Las autoridades informaron que el fuego en Pacific Palisades ha superado significativamente los daños causados por el incendio de Sayre en noviembre de 2008, que hasta ahora era considerado el más destructivo en la historia reciente de la ciudad. El incendio de Sayre, que arrasó con 604 estructuras en el barrio de Sylmar, al norte de Los Ángeles, había sido el referente en cuanto a destrucción de propiedades en la región.
De acuerdo con estadísticas de la Wildfire Alliance, una iniciativa conjunta entre el Departamento de Bomberos de Los Ángeles (LAFD) y la organización de seguridad MySafe:LA, el incendio de Pacific Palisades ha dejado a cientos de familias sin hogar. Las labores de contención siguen en curso, pero los fuertes vientos han complicado el trabajo de los bomberos, que luchan en al menos tres frentes activos desde la costa hasta Pasadena.
El crecimiento incontrolado de las llamas ha forzado la evacuación de al menos 80.000 residentes. Las advertencias de evacuación se extendieron rápidamente en zonas aledañas, mientras las autoridades hicieron un llamado a los habitantes a abandonar sus viviendas y dirigirse a refugios habilitados en distintos puntos de la ciudad.
La magnitud del incendio ha revivido el recuerdo de desastres pasados. Antes del incendio de Sayre, el siniestro más devastador había sido el incendio de Bel Air en 1961, que destruyó cerca de 500 casas en una de las áreas más exclusivas de Los Ángeles. Entre las propiedades consumidas se encontraban las residencias de figuras públicas como el actor Burt Lancaster y la actriz Zsa Zsa Gabor. El incendio de Bel Air se mantuvo durante casi cinco décadas como el evento más destructivo de la ciudad, hasta ser superado por el fuego de Sayre y, ahora, por el de Pacific Palisades.
El Departamento de Bomberos de Los Ángeles ha desplegado miles de efectivos y numerosos recursos aéreos y terrestres en un esfuerzo por contener las llamas. Equipos de emergencia han estado trabajando sin descanso para proteger áreas residenciales y evitar que el fuego avance hacia zonas más densamente pobladas.
El origen exacto del incendio aún está bajo investigación, aunque las condiciones climáticas han sido un factor clave en la rápida propagación. Los vientos de Santa Ana, conocidos por alcanzar ráfagas de hasta 97 kilómetros por hora, han complicado las tareas de extinción y han favorecido la expansión del fuego en áreas de vegetación seca.
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El alcalde de Los Ángeles y el gobernador de California declararon la noche del martes el estado de emergencia en respuesta a la crisis, facilitando la movilización de recursos estatales y federales para apoyar las labores de contencióny asistencia a los damnificados.
La comunidad de Pacific Palisades, conocida por sus paisajes costeros y residencias de alto valor, enfrenta ahora una de las mayores reconstrucciones en su historia. Las autoridades han advertido que podrían pasar semanas antes de que el incendio sea controlado por completo.
