París, 19 ene (EFE).- La ciudad francesa de Mâcon (sureste) vivió en la madrugada de este domingo varias horas de disturbios, durante las que sufrieron daños tres edificios públicos y tres coches de policía, y siete vehículos fueron incendiados, lo que las autoridades atribuyen a narcotraficantes.
El ministro francés del Interior, Bruno Retailleau, anunció el envío de refuerzos de policía a Mâcon, en una entrevista al canal BFMTV pero reconoció que eso no bastará, y que habrá que darle una continuidad para llevar a los autores ante la Justicia y luego a la cárcel.
Retailleau explicó que había hablado con el prefecto (delegado del Gobierno), Yves Séguy, y con el alcalde, Jean-Patrick Courtois, que esta mañana acudieron al barrio de Saugeraies donde se produjeron los altercados.
Una persona fue detenida allí por las fuerzas del orden durante una noche en la que, además de los edificios públicos atacados y los coches dañados o incendiados, los alborotadores también prendieron fuego a una excavadora y a una decena de papeleras.
El prefecto subrayó que lo ocurrido es «totalmente inaceptable» y que detrás hay un «fondo de narcotráfico».
El representante del Estado también afirmó su «determinación total para que cese la violencia» y poner fin a «todo lo que tiene que ver con el narcotráfico.
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En paralelo, el alcalde dijo que frente a este pulso «entre los traficantes de droga y las fuerzas del orden» hay que mantener la línea porque «está en juego el futuro de la República. Es una verdadera guerra, como lo vemos aquí y en otras ciudades de Francia».
Courtois contó que los narcotraficantes pretendían obtener un lugar para poder traficar tranquilamente, pero no se les va a «dar satisfacción». EFE