Queridos estudiantes, estimados maestros, padres y madres:
Hoy estamos aquí en el 212 aniversario del Natalicio (el cumpleaños) de Juan Pablo Duarte, no solamente para honrarlo, sino para responder a un llamado de la historia. Duarte no solo fue el fundador de nuestra nación, sino un joven que entendió que la verdadera independencia no es solo política, sino moral, social y espiritual.
En una época donde lo fácil era resignarse, él eligió soñar. Y su sueño no era pequeño: construir un país libre, justo y solidario. Pero lo más increíble de su sueño es que no lo imaginó para él mismo; lo soñó para todos nosotros, para ustedes, para sus hijos, para sus nietos. Ese sueño vive hoy en cada uno de nosotros.
Duarte nos enseñó algo esencial: que la patria no es solo un trozo de tierra, es un acto de amor. Es el compromiso de vivir pensando en el otro. Porque si algo nos enseña la vida es que nadie puede ser verdaderamente libre mientras otros sufran la opresión, mientras otros vivan en la miseria o el olvido.
En su momento, Duarte desafió su época. Hoy, nuestro desafío es distinto, pero igual de complejo: vivimos en un mundo abrumado de información, pero vacío de sentido. Nos han enseñado a competir, pero no a colaborar. Nos han enseñado a consumir, pero no a crear.
¿Qué haría Duarte hoy? Seguramente nos diría que la patria se construye desde las cosas pequeñas: desde cómo cuidamos a nuestros amigos, desde cómo tratamos a quienes piensan diferente, desde cómo enfrentamos la indiferencia y la injusticia con actos concretos de bondad y valentía.
Hoy les hablo a ustedes, niños y niñas de esta escuela, porque ustedes son la semilla de ese sueño de Duarte. La patria no es solo el escudo y labandera (que también); la patria está en sus manos, en sus corazones y en lo que decidan hacer con sus vidas.
Ustedes tienen el poder de construir una República Dominicana que no solo sea más próspera, sino también más humana. Una patria donde las personas no sean medidas por lo que poseen, sino por lo que aportan. Una patria donde nadie quede atrás, donde todos sientan que tienen un lugar.
Duarte no les pediría perfección; les pediría honestidad. No les pediría grandeza; les pediría compromiso. Porque al final, la patria no la construyen los héroes; la construyen las personas comunes que, todos los días, deciden hacer lo correcto, aunque sea difícil, aunque sea incómodo.
El sueño de Duarte no ha terminado. Nosotros somos los herederos de esa lucha y los responsables de mantenerla viva. Y como él dijo alguna vez: "Trabajemos por y para la patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos."
Hoy les invito a que no solo recuerden a Duarte, sino que lo encarnen, que lo vivan. Que hagan de su vida un ejemplo de lo que significa ser verdaderamente libres, no solo como dominicanos, sino como ciudadanos del mundo.
Si cada uno de ustedes lleva ese compromiso en el corazón, esta tierra no solo será una patria; será un faro de luz y esperanza para todos los que busquen justicia, dignidad y libertad.
¡Viva Duarte, viva la República Dominicana!
Agradecimientos a la directora Lic. Rosa Álvarez, al coordinador de Ciencias Sociales, Lic. Omar Perazzo, por la invitación a la apertura del mes de la patria en el CEMEP
Johnny Pujols fue el orador invitado del Colegio CEMEP, en ocasión de la apertura del mes de la Patria, con el tema “Patria: Historia y Libertad; homenaje a nuestros héroes nacionales”.
