NEA ANCHIALOS, Grecia — La OTAN está poniendo a prueba su capacidad de despliegue rápido en Europa del Este, sin la asistencia directa de Estados Unidos, mientras Washington cambia su enfoque con respecto a la defensa europea y la guerra en Ucrania.
Las maniobras Steadfast Dart 2025, que durarán seis semanas, tienen lugar en Bulgaria, Rumanía y Grecia mientras la invasión rusa de Ucrania se acerca a su tercer aniversario. Alrededor de 10.000 soldados de nueve países participan en la que es la mayor operación de la OTAN prevista para este año.
La ausencia de Estados Unidos en los ejercicios se produce mientras las naciones europeas se apresuran a construir una mayor autosuficiencia militar ante la preocupación por el compromiso del gobierno del presidente Donald Trump con la defensa común y los pedidos para incrementar el gasto militar europeo.
Trump anunció el miércoles su intención de negociar directamente con Rusia. Y el secretario estadounidense de Defensa, Pete Hegseth, dijo en su primera reunión con homólogos de la OTAN en Bruselas también el miércoles que Europa debe aumentar drásticamente su gasto en defensa y asumir la “abrumadora” carga de la financiación para Ucrania.
Marines griegos y españoles lideran la demostración militar del jueves, un asalto anfibio, cerca de la ciudad griega central de Volos, que es el primer despliegue operativo a gran escala de la nueva Fuerza de Reacción Rápida de la OTAN.
La fuerza, creada el pasado julio, es la última evolución estratégica de la OTAN, diseñada para desplegarse a gran escala en un plazo de diez días, combinando fuerzas convencionales con tecnología cibernética y basada en el espacio.
Funcionarios militares occidentales, anticipando una tensión duradera con Rusia y su presidente, Vladímir Putin, posiblemente más allá del conflicto en Ucrania, sostienen que la nueva capacidad de la OTAN es cada vez más importante para reforzar su flanco oriental.