Puerto Príncipe, Haití.-. La niñez en este país vive una dura realidad: Más de medio millón de menores se han visto obligados a abandonar las escuelas por causa de la violencia atribuida a las bandas armadas.
Mucho de ellos, inclusive, por reclutados por las más de dos 200 pandillas que controlan hasta el 80 por ciento de los sectores de esta capital haitiana.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) estima que los más de un millón de niños que no acuden a las aulas representan uno de cada siete menores.
Una de las causas es que las bandas armadas se dedicaron en el año pasado a destruir los centros educativos. Naciones Unidas reporta que 284 escuelas no cuentan con las condiciones para albergar a estudiantes.
“Los ataques a la educación se están acelerando”, dice la agencia de la ONU.
Y hay otra realidad: Un millón de niños corren el peligro de tener que dejar las escuelas.
“La educación, una de las esperanzas a la que agarrarse para muchos menores haitianos, nunca había estado tan amenazada”, refirió en un reciente informe.
En el pasado año, las bandas intensificaron el reclutamiento de niños, y se estima que hubo un aumento del 70 por ciento de menores entre sus miembros.
"Sin acceso a la educación, los niños son más vulnerables a la explotación y el reclutamiento, y la educación es la mejor manera de romper este ciclo", aseguró la representante de UNICEF.
Esta agencia ha insistido en que requiere de una ayuda de 38 millones de dólares para garantizar que 600 mil niños haitianos permanezcan en el sistema educativo.