El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, enjuiciado penalmente por intento de golpe de Estado, denunció ayer durante una multitudinaria manifestación que convocó en la ciudad de São Paulo que está siendo perseguido, al igual que ocurrió con Donald Trump en Estados Unidos y con Marine Le Pen en Francia.
Durante la protesta, se clamó por una amnistía para los condenados por la intentona golpista del 8 de enero de 2023, cuando miles de bolsonaristas invadieron las sedes de los tres poderes.
El líder ultraderechista recibió una significativa muestra de apoyo en la primera manifestación convocada tras ser enjuiciado por la Corte Suprema, acusado de presuntamente liderar un plan para derrocar a Luiz Inácio Lula da Silva. El exmandatario reiteró su inocencia y se declaró víctima del “activismo judicial” que, según él, se está viendo en el mundo para inhabilitar a la derecha.
"Como inhabilitaron a Le Pen en Francia, como intentaron inhabilitar a Trump en Estados Unidos, como hicieron con el presidente de Rumania, y como hizo (Nicolás) Maduro en Venezuela al inhabilitar a sus opositores", manifestó durante su intervención.
El ultraderechista, quien está impedido de participar en elecciones durante ocho años, afirmó que llevar a cabo los comicios presidenciales de 2026 sin su presencia es "negar la democracia y exponer la dictadura en Brasil".
Bolsonaro llegó con antelación acompañado de su esposa Michelle, varios de sus hijos y líderes políticos y religiosos, entre ellos los gobernadores de siete de los 27 estados brasileños.
Al acto asistieron unas 45.000 personas, según la metodología utilizada por la Universidad de São Paulo, en colaboración con el Centro Brasileño de Análisis y Planificación (Cebrap) y la ONG More in Common. Esta metodología consiste en utilizar imágenes de la multitud captadas por drones en el momento de mayor afluencia de público.
Desde antes del mediodía, cientos de personas ya se congregaban en la icónica vía, vestidas con camisetas verdes y amarillas, los colores de la bandera brasileña, enarbolada como símbolo de patriotismo por los ultras. En su discurso, defendió en reiteradas ocasiones la aprobación de una amnistía para los condenados por los actos de 2023.
La manifestación convocada por Bolsonaro tenía como propósito presionar al Congreso brasileño para que incluyera, con carácter de urgencia, el proyecto de ley de amnistía en la agenda de debates.
Los seguidores de Bolsonaro, en particular las mujeres, han destacado el caso de Débora Rodrigues, una peluquera que enfrenta una posible condena de 14 años de prisión por escribir con un pintalabios la frase “perdió, amigo” sobre la estatua que simboliza la Justicia, durante los actos de la intentona.
El pintalabios fue uno de los símbolos destacados en el evento, con un modelo inflable gigante sobre la avenida y réplicas de varios tamaños dispersas por el lugar, junto con avisos que advertían sobre el peligro de utilizar esa "arma" que podría llevar a prisión.