Washington, Estados Unidos.-. La administración del presidente Donald Trump no tiene ningún impedimento legal para deportaciones sumarias de indocumentados, como parte de su política migratoria.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha abierto esa puerta con el levantamiento de una orden de un tribunal federal mediante la cual se bloqueaba las deportaciones sumarias de venezolanos por parte del gobierno de Estados Unidos bajo la ley de Enemigos Extranjeros de 1798, que solo se ha usado en tiempos de guerra.
El bloqueo temporal entró en vigor el 15 de marzo por un fallo del juez James Boasberg.
El levantamiento de esa normativa se produjo en el Supremo con cinco votos a favor y cuatro en contra. En la orden del juez se permitía que los migrantes detenidos y sujetos a órdenes de expulsión tienen derecho a ser notificados y a la oportunidad de impugnar su deportación con «un tiempo razonable.
Los migrantes detenidos están confinados en Texas y su batalla legal contra su deportación se debe resolver en ese lugar y no en un tribunal del Distrito de Columbia.
El gobierno de Estados Unidos invocó el 15 de marzo la ley de Enemigos Extranjeros, norma de 1798 no usada desde la Segunda Guerra Mundial, que permite expulsar a extranjeros sin una vista judicial previa.