Santo Domingo, RD.- Ha sido una jornada de agotador esfuerzo: escenas de incertidumbre y dolor han caracterizado las labores de rescate y búsqueda de posibles sobrevivientes.
El llanto constante ha sido evidente ante la desesperación de personas que buscan a sus familiares.
Entre los escombros del techo desplomado de la discoteca Jet Set aún yacen muchos cuerpos.
A medida que pasan las horas, la posibilidad de encontrar sobrevivientes con vida comienza a desvanecerse.
Han sido 24 horas de intenso trajín por parte de brigadistas de los organismos de socorro, miembros de la Policía Nacional y otras entidades de inteligencia, muchos de los cuales todavía en la madrugada de este miércoles trabajaban con la esperanza de recuperar a las personas que se encontraban en el establecimiento.
Muchas personas no logran encontrar a sus familiares, amigos y allegados, mientras la incertidumbre crece con el paso de los minutos y las horas.
De igual manera, ha aumentado el número de víctimas: ya son 113 los fallecidos, según el último reporte de Juan Manuel Méndez, director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), a las 6:10 de la mañana de este miércoles.
Toda esperanza de encontrar con vida al merenguero Rubby Pérez se desvaneció: su cuerpo fue hallado entre los escombros y ahora engrosa la trágica lista de víctimas.
Todavía en las horas de la madrugada del miércoles, la cantidad de personas en los alrededores de la discoteca Jet Set seguía aumentando, con rostros completamente desconsolados mientras esperaban el rescate de algún familiar.
Escenas similares de dolor se vivieron durante todo el día de este martes en las instalaciones de Patología Forense: todo el mundo quería saber si algún pariente o allegado estaba entre los identificados hasta ese momento.
Hay 32 personas identificadas con nombres y apellidos, mientras que otras aún permanecen entre los escombros del Jet Set.
La fiesta, amenizada por el merenguero Rubby Pérez, estaba programada para las nueve de la noche del lunes, y fue pasada la medianoche cuando se produjo el sorpresivo desplome del techo del establecimiento de diversión.
La tragedia ocurrió en segundos, según el testimonio de algunos sobrevivientes, quienes ahora ven todo lo sucedido como parte de una pesadilla.
Entre 800 y 900 fanáticos se congregaron para disfrutar del talento de Rubby Pérez, muchos sin saber que, con el paso de las horas, se verían envueltos en escenas de dolor e incertidumbre.
Diferentes conjeturas podrán hilvanarse y divulgarse sobre las posibles causas de la tragedia, pero es un hecho que 13 personas perdieron la vida en cuestión de segundos y minutos.
Hay lesionados en hospitales y clínicas que revivirán en sus mentes los episodios de temor y miedo que experimentaron al vivir la tragedia del derrumbe del techo del Jet Set.
Otros, como las víctimas, ahora formarán parte de los recuerdos de sus seres queridos. Asiduos visitantes de la discoteca, como el exjugador de Grandes Ligas David Ortiz, podrían sentirse afortunados de no haber estado involucrados en esta tragedia. Incluso, agradecidos a Dios.
Figuras prominentes de la banca, del deporte, de la moda y de otros ámbitos se encuentran en la lista de las víctimas. De otras personas, sin embargo, se desconoce su paradero. Se presume que podrían encontrarse entre los escombros.
El dolor disperso en todo el entorno de la discoteca ha obligado a las autoridades a activar una unidad que preste asistencia psicológica a los familiares. Pocos quieren o ven difícil asimilar la pérdida de algún pariente, y la esperanza se ha mantenido con el paso de las horas.
La solidaridad ha sido colectiva. Tanto a nivel local como en el ámbito internacional, se han difundido manifestaciones de apoyo y dolor por la tragedia.
Brigadas de Puerto Rico e Israel prestan sus servicios en las labores de rescate.