Santo Domingo, RD.- El arzobispo metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria Acosta, instó a los dominicanos a alejarse del individualismo y a vivir en comunión con los demás ciudadanos.
Al oficiar la Misa Crismal en la Catedral con motivo del Jueves Santo, apeló a la solidaridad.
"Frente a todas las corrientes individualistas que experimentamos, tanto fuera como dentro de la iglesia, estamos llamados a ejercer nuestra misión en sinodalidad y a contrarrestar el individualismo presente, que también se manifiesta en nuestra iglesia", precisó el religioso.
Planteó la necesidad de que la comunión ocurra entre los obispos, sacerdotes y diáconos.
En la eucaristía en la Catedral Primada de América, Ozoria Acosta estuvo acompañado por los obispos auxiliares: monseñores José Amable Durán, Jain Méndez, Benito Ángeles (obispo emérito) y Lorenzo Vargas, así como por el padre Federico Marcial, vicario episcopal de Santo Domingo Oeste, y el padre Kennedy Rodríguez, párroco de la Iglesia San Antonio de Padua y director de Comunicación, Prensa y Multimedios Vida.
“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido… para llevar la Buena Noticia a los pobres”, citó el Arzobispo, enfatizando que esa misión no caduca con los años ni con el cansancio, sino que se renueva con el Espíritu de Dios y en comunión con todo el pueblo sacerdotal.
Uno de los momentos más significativos fue la renovación de las promesas sacerdotales, mediante la cual los presbíteros reafirmaron su fidelidad a Cristo y a la Iglesia. Asimismo, se llevó a cabo la bendición de los Óleos de los catecúmenos y de los enfermos, así como la consagración del Santo Crisma, utilizados en la administración de los sacramentos a lo largo del año.
La celebración fue solemnemente ambientada por el Coro de Santo Domingo Oeste, aportando un clima de espiritualidad y recogimiento.
Al finalizar la Misa, los Santos Óleos fueron entregados a los Arciprestes de las zonas pastorales de las vicarías territoriales Este, Norte, Oeste, Distrito Nacional y Santo Cristo de los Milagros (Bayaguana-Monte Plata), marcando así la conexión entre la Catedral y las comunidades locales, y el envío para la misión pastoral en toda la Arquidiócesis.