Rusia respondió a la propuesta de tregua en los ataques aéreos de larga distancia contra infraestructuras civiles, que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha estado formulando a diario desde el domingo, con uno de sus bombardeos con misiles y drones contra Kiev más masivos de los últimos meses.
Según los datos proporcionados por las autoridades ucranianas, nueve personas murieron y más de 70 resultaron heridas de diversa gravedad en varios distritos de la capital ucraniana, donde decenas de edificios residenciales y comerciales, vehículos, almacenes, garajes y otras infraestructuras civiles fueron destruidos o dañados.
El ministro del Interior de Ucrania, Igor Klimenko, indicó que los servicios de emergencia continuaban buscando bajo los escombros a una decena de desaparecidos, horas después de que concluyera el bombardeo.
El distrito más afectado de Kiev fue Sviatozhin, en el este de la capital ucraniana. Según pudo constatar EFE, decenas de edificios de viviendas y casas bajas situadas junto a las instalaciones de la empresa de aviación ucraniana Antónov sufrieron daños o quedaron totalmente destruidos por la caída de los proyectiles rusos.
El Ministerio de Defensa de Rusia calificó el ataque de la pasada madrugada como "masivo" y afirmó que se llevó a cabo utilizando armas de largo alcance y alta precisión.
El departamento castrense indicó que el bombardeo estaba dirigido contra instalaciones militares, como empresas de aviación, fábricas de misiles, fábricas de tanques y maquinaria en Ucrania, así como infraestructuras para la producción de combustible y municiones.
Según declaró a los medios desde el lugar de uno de los impactos, el alcalde de Kiev, Vitali Klichkó, 8 de las 9 víctimas mortales que el ataque ruso provocó en Kiev perdieron la vida en Sviatoshin.
"Unos diez minutos después de la alarma, se produjo un primer impacto y, prácticamente al mismo tiempo, llegó el segundo ataque", dice a EFE uno de los vecinos, que se identifica simplemente como Oleg. Él había bajado al refugio poco antes y explica que la onda expansiva rompió la ventana de su apartamento y causó daños en el interior.
Horas después de que se cancelara la alerta aérea que advertía sobre los bombardeos rusos, los cuales resonaron en gran parte de la capital de Ucrania pasada la medianoche, los vecinos afectados de Sviatoshin evaluaban los daños en sus vehículos o viviendas, o simplemente se recuperaban del impacto emocional, sentados en los bancos del barrio con lágrimas en los ojos o la mirada perdida.
Según la Fuerza Aérea ucraniana, Rusia utilizó en este ataque, dirigido principalmente contra Kiev, 11 misiles balísticos Iskander-M, 37 misiles de crucero Kh-101, seis misiles de crucero Iskander-K, 12 misiles de crucero Kalibr, 4 misiles aéreos guiados Kh-59, así como 69 y 145 drones, entre ellos numerosos drones kamikaze Shahed.
Del total de 70 misiles, las defensas aéreas ucranianas lograron derribar 48, un porcentaje de interceptación menor que el que solía registrar la Fuerza Aérea ucraniana hace meses. Algunos expertos explican esta disminución por las crecientes carencias en municiones y sistemas antiaéreos a las que se enfrenta Ucrania.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, condenó el ataque como otra muestra de la falta de voluntad de Rusia para poner fin a la guerra y ordenó a su ministro de Defensa, Rustem Umérov, que transmita de forma inmediata a sus socios toda la información sobre las necesidades de Ucrania para reforzar sus defensas aéreas.
Zelenski aterrizó anoche en Sudáfrica para realizar su primer viaje como presidente a África y la primera visita de Estado de un jefe de Estado ucraniano a este país en particular. Destacó que «han pasado 44 días desde que Ucrania aceptó un alto el fuego total» propuesto por Estados Unidos.
Además de en Kiev, este nuevo bombardeo ruso causó daños en las regiones ucranianas de Járkov (noreste), Dnipropetrovsk y Zhitómir (centro), Zaporiyia (sureste) y Jmelnitski (oeste).
En la víspera del ataque, el presidente de EE.UU., Donald Trump, volvió a acusar a Zelenski de obstaculizar los esfuerzos de paz debido a la negativa tajante del presidente ucraniano a reconocer la península ocupada de Crimea como territorio ruso. Este reconocimiento es una de las exigencias a Kiev en el plan de paz de la Casa Blanca, al que han tenido acceso medios estadounidenses.
Trump no ha condenado explícitamente ninguno de los ataques letales rusos contra zonas residenciales de ciudades ucranianas en las últimas semanas.
El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, mantuvo una llamada con su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump. Ambos líderes discutieron el proceso de paz en Ucrania y coincidieron en la necesidad de que la guerra termine «lo antes posible».
Por su parte, la alta representante para la Política Exterior de la UE, Kaja Kallas, criticó a Rusia tras el nuevo ataque lanzado contra Ucrania y aseguró que Moscú no busca la paz, sino que se «burla» de ella.
