El Vaticano, Roma.-. Más de 50 jefes de Estado y más de 200 mil feligreses se reunieron este sábado en la Basílica de San Pedro para despedir al papa Francisco.
El último adiós a Jorge Mario Bergoglio, nombre secular del fallecido líder, se hizo en el mismo corazón del Vaticano.
Todo se hizo muy lejos de la acostumbrada tradición del lujo.
Contrario a los demás papas, Francisco no descansará en las grutas de la Basílica de San Pedro, sino en una sencilla tumba en Basílica de Santa María la Mayor, también en Roma, a 6 kilómetros de distancia del Vaticano.
"La efusión de afecto que hemos presenciado en los últimos días tras su paso de esta tierra a la eternidad nos dice hasta qué punto el profundo pontificado del papa Francisco ha tocado las mentes y los corazones", dijo el cardenal Battista Re en la homilía.
El servicio estuvo marcado por varios mensajes políticos, entre ellos el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
"Estableció un contacto directo con las personas y los pueblos, deseoso de estar cerca de todos, con una marcada atención a los que estaban en dificultad, entregándose sin medida, especialmente a los marginados, a los últimos entre nosotros", afirmó Battista Re.