
Aranceles, inmigración, energía y políticas de género han sido protagonistas destacados de la frenética actividad normativa desplegada por Donald Trump desde que regresó a la Casa Blanca, pero pocas materias han escapado a sus órdenes ejecutivas, incluidas la presión del agua de la ducha, las pajitas para beber y la fabricación de centavos de dólar.
El 20 de enero, día de la investidura del nuevo presidente, las banderas ondeaban a media asta en los edificios federales del país en señal de duelo por el expresidente Jimmy Carter, fallecido el 29 de diciembre. Esta decisión fue adoptada por Joe Biden para un periodo de 30 días antes de abandonar la Casa Blanca.

Trump estaba decidido a que nada empañara su gran día, así que, con una de sus primeras órdenes ejecutivas, dispuso que las banderas se izaran completamente durante esa jornada y también en las futuras tomas de posesión presidenciales.
En sus primeras horas en el Despacho Oval, Trump también firmó una orden ejecutiva titulada "Restaurando nombres que honran la grandeza estadounidense", que iniciaba el cambio de nombre del Golfo de México a Golfo de América y restablecía la denominación de Monte McKinley para la montaña más alta de Estados Unidos.
El presidente designó el 9 de febrero como el ‘Día del Golfo de América’ y llamó a celebrar la fecha: “Mientras mi administración restaura el orgullo estadounidense por la historia de su grandeza, es apropiado que nuestra gran nación se una para conmemorar esta ocasión trascendental”, dijo.

Cinco días después, la agencia Associated Press (AP) fue vetada de un acto en el Despacho Oval por no utilizar la denominación 'Golfo de América'.
El 10 de febrero, Trump ordenó el fin de las prohibiciones sobre las pajitas de plástico para sorber líquidos y anunció su intención de eliminar el uso de las de papel, que fueron adoptadas hace años por grandes ciudades, estados y empresas por razones ecológicas.
«Las pajitas de papel no son funcionales; utilizan químicos que pueden conllevar riesgos para la salud humana, son más caras de producir y a menudo obligan a los usuarios a usar varias», señala la orden ejecutiva. «Con frecuencia vienen envueltas individualmente en plástico, lo que socava el argumento ambiental que justifica su uso», añade.
El 9 de abril, el presidente eliminó las restricciones sobre la cantidad de agua que pueden usar los cabezales de ducha, las cuales fueron aprobadas por administraciones demócratas anteriores con el objetivo de proteger el medioambiente.
«Me gusta ducharme bien para cuidar mi hermoso cabello. Tengo que estar de pie en la ducha durante 15 minutos hasta que se moja. Es ridículo», dijo Trump antes de firmar la orden que hace que las duchas «vuelvan a ser geniales».

La regulación del uso de agua en inodoros, lavavajillas y otros electrodomésticos seguirá el mismo camino, ya que Trump ordenó en febrero a la Agencia de Protección Ambiental revocar las normas aprobadas por Joe Biden.
Trump ha anunciado numerosas medidas para reducir lo que considera gasto innecesario del Gobierno, promovidas por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), bajo la supervisión de Elon Musk. Una de estas medidas, dictada el 11 de febrero, es dejar de producir monedas de un centavo.
«Durante demasiado tiempo, Estados Unidos ha acuñado centavos, y literalmente cuesta más de dos centavos fabricarlos. ¡Es un derroche!», escribió Trump en su red Truth Social. «Eliminemos el derroche del presupuesto de nuestra gran nación, aunque sea centavo a centavo», concluyó.
El 11 de febrero, Trump ordenó la creación de una Comisión Presidencial para que Estados Unidos recupere su salud, ante la "alarmante trayectoria de la salud de sus ciudadanos, que requiere una acción inmediata".
Entre las líneas de actuación que contempla, la disposición subraya que las agencias sanitarias "deben colaborar con los agricultores para garantizar que los alimentos estadounidenses sean los más saludables, abundantes y asequibles del mundo", y prioriza la investigación de las causas por las que los norteamericanos enferman.
El 25 de marzo, Trump creó una comisión con el objetivo de convertir la capital federal del país, Washington D.C., en un lugar “seguro, limpio y hermoso, donde se prevenga el crimen y se preserve el orden”.
"Como capital de la nación más grandiosa de la historia del mundo, Washington D.C. debe contar con espacios públicos bellos, limpios y seguros", afirma la orden ejecutiva, que precisa que "sus monumentos, museos y edificios deben reflejar e inspirar admiración y aprecio por la fuerza, la grandeza y el patrimonio de nuestra nación. Nuestros ciudadanos no merecen menos".
El 27 de marzo, Trump firmó una orden ejecutiva para "restaurar la verdad y la cordura en la historia estadounidense", con el objetivo de dejar de financiar programas de "adoctrinamiento ideológico" en instituciones como el Smithsonian, el mayor complejo museístico, educativo y de investigación del mundo.

La orden afirma que el Smithsonian «ha estado sometido en los últimos años a la influencia de una ideología divisiva y centrada en la raza» y ha presentado «los valores estadounidenses y occidentales como intrínsecamente perjudiciales y opresivos».
La disposición también se refiere a los monumentos públicos que han sido retirados o modificados «para perpetuar una reconstrucción falsa de la historia estadounidense», en referencia al cuestionamiento de algunas de estas obras, impulsado por las protestas de 'Black Lives Matter'.