El Gobierno estadounidense aseguró este miércoles ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que Israel no tiene la obligación de cooperar con la UNRWA en sus intentos de entregar ayuda humanitaria a la población civil en la Franja de Gaza, y destacó las “preocupaciones serias y creíbles” del Gobierno de Benjamín Netanyahu respecto a esta agencia.
En el tercer día de audiencias ante la CIJ, Josh Simmons, del Departamento de Estado de Estados Unidos, señaló que los países que han intervenido desde el lunes han “hablado poco sobre las serias preocupaciones de que Hamás esté utilizando las instalaciones de la UNRWA de manera indebida”, y defendió que Israel “no tiene la obligación de permitir que la UNRWA proporcione ayuda humanitaria; la UNRWA no es la única opción” para asistir a Gaza.
También subrayó que “se ha hablado poco sobre las necesidades de seguridad” de Israel tras los ataques del grupo militar palestino Hamás el 7 de octubre de 2023, cuando “estas necesidades de seguridad aún existen: muchos rehenes, incluidos estadounidenses, continúan siendo retenidos en condiciones horribles”, añadió.
“Una potencia ocupante tiene obligaciones relacionadas con el mantenimiento del orden público, la seguridad y la protección de la población civil. También tiene el derecho, mientras sea ocupante, de perseguir sus objetivos militares y gobernar el territorio enemigo. En el derecho de ocupación, por lo tanto, los intereses militares y humanitarios convergen”, explicó Simmons.
El funcionario estadounidense mencionó el derecho de ocupación, que establece los derechos y responsabilidades para administrar el control sobre un territorio ocupado. Además, agregó que el derecho internacional "no impone obligaciones absolutas a una potencia ocupante" hacia la ONU, organizaciones internacionales y terceros Estados en lo que respecta a la ayuda humanitaria.
El artículo 59 del Cuarto Convenio de Ginebra establece que, cuando la población del territorio ocupado «no esté suficientemente abastecida», la potencia ocupante deberá aceptar los planes de ayuda en favor de dicha población y facilitarlos por todos los medios a su alcance.
Sin embargo, interpretó Simmons, Israel "mantiene un margen de apreciación respecto a qué planes de ayuda permitir" y "puede cumplir" con sus obligaciones humanitarias hacia la población civil "mientras avanza en sus propios intereses militares y de seguridad".
Además, mencionó la necesidad de "imparcialidad" en las organizaciones humanitarias, lo cual, afirmó, "también implica no tomar partido" en un conflicto armado.
“Israel tiene razones de peso para cuestionar la imparcialidad de la UNRWA (…) Ante estas preocupaciones, es evidente que Israel no está obligado a permitir que la UNRWA sea la encargada de proporcionar ayuda humanitaria. La UNRWA no es la única opción para ofrecer asistencia humanitaria en Gaza”, explicó.
Asimismo, señaló que el Consejo de Seguridad de la ONU (donde Estados Unidos tiene derecho de veto) “no ha adoptado ninguna resolución vinculante que exija a Israel cooperar concretamente con la UNRWA” y, ante la ausencia de tal decisión, los países “tienen flexibilidad para determinar las medidas apropiadas”.
Para ser claros: Estados Unidos apoya el envío de ayuda humanitaria a Gaza, con las garantías necesarias para que no sea saqueada o utilizada por grupos terroristas", concluyó. Rusia califica de "precedente peligroso" el veto de Israel a la ayuda de la UNRWA en Gaza.
Para el gobierno ruso, el veto impuesto por Israel a la UNRWA es "un precedente peligroso", ya que permite que un país "desmantele" una agencia de la ONU al considerarla "incómoda".
Por ello, instó al Gobierno israelí a "aceptar" y "facilitar" la ayuda a Gaza, ya que está "al borde de la hambruna".
En su intervención ante la Corte, Maksim Musikhin, representante del Ministerio de Exteriores de Rusia, advirtió que aceptar el veto de Israel "no solo condenaría a millones de palestinos, sino que también destruiría la credibilidad del sistema de Naciones Unidas".
Además, afirmó que el Estado israelí tiene la "obligación de asegurar y facilitar la provisión de ayuda humanitaria sin obstáculos" a la población palestina.
Según el representante de Moscú, la UNRWA, establecida en 1949 para atender el “desplazamiento catastrófico” de 750,000 palestinos y que hoy asiste a 5.9 millones de refugiados palestinos en Gaza, Cisjordania, Jordania, Líbano y Siria, es “un símbolo de la responsabilidad colectiva de la comunidad internacional hacia el pueblo palestino, en su lucha por tener un Estado propio y ejercer su derecho a la autodeterminación”.