Decenas de miles de personas, según varios diarios, participaron este jueves en la concentración por el Día del Trabajador en Estambul, durante la cual los sindicatos y los partidos de izquierda denunciaron lo que consideran un creciente autoritarismo del presidente, el islamista Recep Tayyip Erdogan.
«Saludamos a los políticos, sindicalistas, periodistas, estudiantes, jóvenes y trabajadores municipales encarcelados», afirmaron en un comunicado conjunto los principales sindicatos del país y los partidos de izquierda, entre ellos el socialdemócrata CHP, líder de la oposición, y el prokurdo DEM, tercer partido en el Parlamento.
Ese mensaje se enmarca en el arresto, a mediados del pasado marzo, de Ekrem Imamoglu, el alcalde socialdemócrata de Estambul, quien era visto como el principal rival de Erdogan en las elecciones presidenciales previstas para 2028.
La principal concentración, bajo el lema "Trabajo, paz, democracia y justicia", tuvo lugar en el distrito de Kadıköy, en la parte asiática de Estambul, debido a la prohibición, un año más, del acto en la céntrica Plaza de Taksim, un lugar emblemático para la lucha obrera en Turquía.
De hecho, la Asociación de Abogados Progresistas ha informado que al menos 400 personas, varios de ellos abogados, han sido arrestadas cuando intentaban acercarse a ese lugar, cuyos accesos han sido bloqueados por la policía, incluidas las líneas de transporte público.
La emisora Halk TV ha mostrado escenas de arrestos en la Plaza Mecidiyeköy, a unos 4 kilómetros al norte de Taksim, uno de los puntos desde los cuales los manifestantes se congregan para intentar llegar caminando al emblemático lugar de concentración del movimiento obrero.
«Que se derriben los muros de las cárceles; que se escuchen nuestras voces desde Edirne, Silivri y Ankara. Enviemos un saludo a quienes exigen derechos, ley y justicia», señalaron las organizaciones de izquierda en su mensaje.
«Es posible una Turquía en la que no estemos condenados a vivir con el salario mínimo, en la que no se prohíban las huelgas y en la que se puedan ejercer libremente los derechos democráticos», manifestaron los partidos y sindicatos.
Ese mensaje de «otra Turquía es posible» fue también el eje central de las marchas y manifestaciones en otras grandes ciudades, como Ankara y Esmirna.
El propio Imamoglu anunció, en un mensaje desde la cárcel, que «se acerca el día en que las prohibiciones y la opresión lleguen a su fin».
«El Gobierno, que ha colapsado nuestra economía, hizo la vida aún más difícil para decenas de millones que luchan por el empleo y el sustento a través del golpe del 19 de marzo», afirmó, refiriéndose a la fecha de su arresto por acusaciones de corrupción que la oposición considera infundadas y una forma de apartarlo de la política.
Además de los arrestos de hoy, en los últimos tres días la Policía ha detenido, en varias redadas de madrugada, a un centenar de personas en Estambul por hacer llamamientos, ya sea en ruedas de prensa o en redes sociales, para marchar este jueves hacia Taksim.
La manifestación del 1 de mayo en Taksim fue vetada tras un tiroteo nunca esclarecido en 1977 en la plaza, que causó 34 muertos. Solo se permitió nuevamente en 2010, aunque el Gobierno volvió a prohibirla apenas tres años después, en 2013, hasta la fecha.