Santo Domingo, RD.- Al cumplirse el primer mes de la tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set, el dolor sigue latente entre los familiares que perdieron a sus seres queridos debido al desplome del techo, aquella madrugada del martes 8 de abril, cuando el merenguero Rubby Pérez amenizaba una fiesta.
Desde entonces, todo ha sido luto y llanto entre los 136 niños que se quedaron sin sus padres o madres, de los cuales 19 perdieron a ambos, debido a la tragedia que dejó un saldo, hasta el momento, de 233 fallecidos, más de 200 heridos y 189 rescatados de entre los escombros.
Ya ha pasado el primer mes desde aquel trágico episodio y, al menos, 38 familiares de las víctimas han presentado demandas civiles contra el propietario del establecimiento de entretenimiento, Antonio Espaillat.
En la víspera de este primer mes del acontecimiento, la Procuraduría General de la República ordenó la incautación de las instalaciones de la discoteca, donde todavía hay escombros, y que han sido convertidas en un centro de peregrinación para aquellos parientes que se resisten a aceptar lo ocurrido y que sus seres queridos se encuentran entre las víctimas.
Entre los fallecidos hubo figuras conocidas y de nombres resonantes. Entre los más destacados se encuentran el merenguero Rubby Pérez y los exbeisbolistas Octavio Dotel y Tony Blanco.
No pudieron salir de entre los escombros, al igual que muchos otros fallecidos que figuran en la lista de víctimas divulgada por las autoridades.
Además del merenguero Rubby Pérez, quien era oriundo de Haina, la provincia de San Cristóbal tuvo que llorar y enterrar a 25 de sus ciudadanos que perdieron la vida por el derrumbe del techo del Jet Set.
Familiares y personas heridas por los escombros han tenido que gestionar asistencia psicológica. Aún se investigan las posibles causas del desplome del techo, aunque se especula mucho sobre una posible negligencia en el mantenimiento por parte de los propietarios y sobre la falta de supervisión que corresponde al Estado.
La realidad actual es dura y palpable: 233 fallecidos, entre ellos jóvenes de diversos sectores de la actividad productiva que nunca imaginaron que, aquella madrugada del 8 de abril, perderían la vida en cuestión de segundos. La tragedia sorprendió a muchos, aunque los vecinos de los alrededores del establecimiento, ubicado en el sector El Portal, temían que ocurriera una desgracia.
Entre las víctimas, se encontraban seis empleados de los 23 que trabajaban en la discoteca. Antonio Espaillat ha expresado su pesar por la tragedia y ha ofrecido su colaboración tanto a las autoridades para la investigación como a los parientes de los fallecidos y a los heridos.
Entre los dolientes, algunos piden la encarcelación de Espaillat, mientras que otros exigen una compensación económica por la vía civil, tal como lo estipula la normativa judicial.
La investigación forense está siendo llevada a cabo por expertos y se esperan posibles resultados en un plazo de tres meses. El objetivo es determinar las causas que provocaron el desplome, así como elaborar la lista de fallecidos y heridos, muchos de los cuales presentan secuelas graves.
La investigación penal fue asumida por la Procuraduría General de la República. La Fiscalía del Distrito Nacional tiene habilitada una oficina para recibir demandas y querellas contra los propietarios, además de ofrecer asesoría a los dolientes de las víctimas que la soliciten.