CREES afirma inversión en educación no garantiza calidad sin reformas urgentes

Santo Domingo, RD.- A pesar del presupuesto destinado por el Estado en cumplimiento del desembolso del 4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para la educación, el país no ha experimentado ninguna transformación en la calidad de la enseñanza ni en el proceso de aprendizaje.

El Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREEES) indica en un trabajo divulgado bajo el título: “Doce años del 4% para la educación confirman la necesidad urgente de reformas estructurales”.

En el trabajo se indica que, de los fondos asignados para el 4 por ciento, el 59.95 por ciento se ha destinado al pago de remuneraciones; un 15.45 por ciento a cumplir con las transferencias corrientes del Ministerio de Educación; un 11.14 por ciento a las contrataciones de servicios; un 5.56 por ciento a la construcción de planteles escolares; un 5.24 por ciento a bienes muebles, inmuebles e intangibles; y un 3.52 por ciento a suministros de materiales.

En los doce años de implementación del 4 por ciento, el Estado ha desembolsado más de RD$2,065,326 millones, equivalentes a US$40,072 millones, en educación, según el informe divulgado por el CREES.

Sin embargo, se destaca que los resultados evidencian que no hay mejoras esperadas en la calidad del sistema educativo. El organismo especializado entiende que, a pesar de que la educación es crucial para el desarrollo, su valor solo se justifica si genera beneficios proporcionales al sacrificio fiscal de los ciudadanos.

CREES cuestiona la eficiencia del aparato estatal como proveedor de servicios públicos, señalando que, con frecuencia, no ofrece una calidad acorde con lo que cobra en impuestos.

Recordó que ya en 2011 el Centro de Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, en un estudio solicitado por el Gobierno dominicano, había advertido que el aumento del gasto en educación, sin reformas estructurales, no garantizaría avances en el aprendizaje.

CREES advierte que, sin una reforma que fomente la competencia, la participación activa de la sociedad civil y ofrezca opciones diversas para las familias, no será posible mejorar la calidad educativa. Subraya que esta transformación ha estado pendiente desde hace al menos cuatro años.