
La comunidad de Cotuí se mantiene firme en la defensa del río El Naranjo y en contra de la instalación de una presa de cola promovida por la empresa minera Barrick Gold, con respaldo del gobierno de Luis Abinader. En estos momentos, se intensifica la resistencia en el campamento establecido en la Loma El Naranjo, donde campesinos y líderes comunitarios denuncian que el proyecto pondría en peligro no solo la vida de su región, sino la de todo el país.
Martín Guzmán, uno de los principales voceros del movimiento comunitario, ha declarado que “el gobierno dominicano guarda silencio ante este crimen ambiental”, y asegura que en lugar de resolver los reclamos legítimos de las comunidades, el Estado ha optado por desviar la atención pública financiando medios de comunicación para mantener el tema fuera del debate nacional.

Los manifestantes exigen la paralización inmediata del proyecto minero y hacen un llamado a la solidaridad nacional e internacional para frenar lo que consideran un atentado contra la soberanía ambiental de la República Dominicana.
“La lucha sigue, no por capricho, sino por la vida misma”, expresan desde el campamento. Las comunidades, organizadas y decididas, reafirman que no permitirán que intereses económicos pasen por encima del derecho al agua, la salud y un medio ambiente sano.