Frente al aumento de aranceles estadounidenses a importaciones provenientes de China y México, Randy Carr, CEO de World Emblem —empresa especializada en la fabricación de parches personalizados para grandes marcas— se enfrentaba a una difícil decisión: ¿dónde trasladar parte de su operación para reducir costos y mantener la competitividad?
Carr recurrió a ChatGPT, el modelo de inteligencia artificial desarrollado por OpenAI. La recomendación fue clara: República Dominicana.
“Fue una de esas respuestas que no esperas, pero que tienen todo el sentido”, declaró Carr. Convencido por factores como la proximidad geográfica, estabilidad política y ventajas logísticas del país caribeño, World Emblem avanza en la instalación de una nueva planta de más de 9,000 metros cuadrados en territorio dominicano.
La inversión, que aún no ha sido cifrada públicamente, promete beneficios económicos tanto para la empresa como para el país. Además de generar empleos y transferencia de tecnología, se espera que la nueva planta refuerce la presencia de República Dominicana como destino atractivo para la manufactura global.
Este movimiento marca un nuevo precedente: decisiones estratégicas impulsadas por inteligencia artificial que trascienden el análisis tradicional y abren caminos inesperados en el comercio internacional.