Santo Domingo. – Más de 900 personas privadas de libertad han sido formadas en los últimos cinco años por el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep), como parte de un ambicioso programa de capacitación que busca transformar vidas y abrir oportunidades reales más allá de los muros carcelarios.
Este esfuerzo, realizado en coordinación con la Procuraduría General de la República y la Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales (DGSPC), forma parte de la estrategia nacional de rehabilitación y reinserción establecida por la Ley 113-21, que promueve el trabajo penitenciario como eje fundamental de la reintegración social.
La más reciente evidencia del impacto de este programa se vivió en la Tercera Feria Artesanal y de Producción del Sistema Penitenciario, celebrada en mayo en el Pabellón de las Naciones del Centro de los Héroes. En ese espacio, decenas de internos e internas exhibieron productos hechos a mano, como muebles, ropa, carteras, calzados, bisutería y piezas decorativas, elaborados durante su proceso formativo con Infotep .
Entre las historias que inspiraron al público está la de Ángela Campusano, interna del CCR-2 Najayo Mujeres, quien ha realizado 52 cursos y sostiene a su familia con los ingresos generados por la venta de pulseras, collares y otros artículos artesanales. “Me he transformado completamente. Gracias a la formación, ahora soy independiente y también enseño a otros”, expresó con orgullo.
Herna Beriguete, otra interna, destacó cómo el aprendizaje técnico le ha permitido mantener su mente ocupada y su espíritu libre: “He aprendido costura, he trabajado con cristales y mochilas. Sentirse útil, incluso estando privada de libertad, es algo que cambia la vida”.
Humberto Ogando, por su parte, ya se proyecta como futuro emprendedor: “Infotep me ha dado herramientas para trabajar y tener un negocio propio. Estoy listo para empezar una nueva etapa”.
La formación técnica no solo representa una oportunidad de sustento económico, sino también un camino hacia la dignidad y la transformación personal.
Según datos del sistema, actualmente entre 20 y 25 reclusos están en condición de medio libre, otros realizan trabajos supervisados, y muchos más se preparan para reinsertarse productivamente en la sociedad.