Logo 7dias.com.do
  • Por: Alejandro Santos
  • martes 24 junio, 2025

Relevo y transición en los partidos políticos en la RD

jc

De cara a las elecciones presidenciales de 2012, Luis Abinader fue uno de los primeros en declarar sus aspiraciones dentro del PRD. Su lanzamiento lo perfilaba como una propuesta joven y renovadora en las filas del partido.

De igual manera, Hipólito Mejía anunciaba su intención de regresar a la Presidencia, presentando su propuesta para optar por la candidatura presidencial del PRD.

Por otro lado, Miguel Vargas expresaba su determinación de convertirse nuevamente en el candidato presidencial del partido, contando con el apoyo de la mayoría de la dirigencia y con gran influencia en las estructuras del PRD.

Con estos tres principales aspirantes transcurría el proceso de competencia interna por la nominación presidencial del 2012. Al inicio, se percibía a lo lejos una amplia ventaja de Miguel Vargas sobre Hipólito Mejía y Luis Abinader.

Sobre la hegemonía que ejercía Miguel Vargas en el partido, Abinader insistía en que esta situación generaba un malestar en el PRD, y llegó a expresarlo de la siguiente manera:

“Nosotros no pertenecemos a la dirección del partido; es la institucionalidad del partido la que nos tiene que decir cómo debemos actuar. Pero el problema es si tenemos una dirección que también está aspirando”, enfatizó.

Finalmente, Hipólito y Vargas polarizaron la competencia por la candidatura presidencial, lo que llevó a Luis Abinader a colocarse en la disyuntiva de llegar a un acuerdo con uno de los dos. Finalmente, se inclinó por formalizar una alianza con Hipólito Mejía.

De esta manera, Luis aceptó la candidatura a la vicepresidencia acompañando a Mejía, mediante el acuerdo “Alianza Unidad y Triunfo”, para participar unidos en la convención del PRD y, posteriormente, en las elecciones generales de mayo de 2012.

El punto en el que nos encontramos refiere al proceso de deterioro que se fue gestando bajo la supremacía de Miguel Vargas en el PRD, hasta culminar con la salida de la mayoría de sus dirigentes y la posterior creación del PRM.

Como recordamos en la entrega anterior, Hipólito Mejía quedó habilitado para aspirar nuevamente a la presidencia de la República. He ahí el “talón de Aquiles” de Miguel Vargas.

El domingo 6 de marzo de 2011, el PRD celebró su XXIX Convención Nacional Extraordinaria, resultando ganador Hipólito Mejía con el 53.34 % de los votos, frente al 46.6 % obtenido por Miguel Vargas. En esa ocasión, se difundió con fuerza la versión de que sectores del PLD habrían incidido para que Hipólito saliera victorioso, bajo el supuesto de que era considerado un adversario más débil.

Los resultados de la convención sorprendieron a Miguel Vargas. A partir de esta nueva realidad, se inició una etapa de transición y de pérdida acelerada de su prominencia dentro del partido.

Ya como candidato, Hipólito Mejía se propuso disminuir la influencia de Miguel Vargas. Para ello, absorbió la base de apoyo de muchos de sus dirigentes, dejando a Vargas prácticamente solo, acompañado apenas por un pequeño círculo de seguidores.

El nuevo panorama describía una situación que revivía antiguos episodios de enfrentamientos insalvables en el PRD, que terminaron, una vez más, con la división de esa organización.

Continúa…

Subscribete a nustro canal de YouTube
Banco de reservas
Conecta con nosotros
Últinas Noticias Ver todas
Boletín Semanal

Las noticias más relevantes de la semana en su email.

Tú contenido importa
Tú también puedes informar que pasa en tu comunidad o tus alrededores.
Videos, fotos y noticias para publicarla en nuestros medios.
Boletín Diario